EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

sábado, 22 de noviembre de 2014

JERARQUÍAS DEL SIGLO XXI

Fueron los filósofos platónicos los que desarrollaron en sus teologías los rangos de la Jerarquía Espiritual, para ellos estos rangos se ordenaban según la capacidad contemplativa desde el punto de visto intelectual, pues Dios era un Intelecto Puro, y sus Jerarquías eran órdenes de intelectos, clasificados según su capacidad de intelección de conceptos abstractos, como los Números Divinos, las Ideas Universales o el Ser.
La Jerarquía Espiritual quedó establecida por Pseudo Dionisio Areopagita, que la clasificó, según la tradición neoplatónica y neopitagórica, en tres órdenes de tres rangos:

EL ORDEN SUBLIME DE LOS SERAFINES, QUERUBINES Y TRONOS. Que contemplaban directamente a Dios, la Mónada Intelectual, el Uno.

EL ORDEN INTERMEDIO DE LAS DOMINACIONES, VIRTUDES Y POTESTADES. Que reciben las intelecciones del orden superior y las transmiten a los rangos inferiores.

EL ORDEN DE LA JERARQUÍA INDIVIDUAL, LOS PRINCIPADOS, ARCÁNGELES Y ÁNGELES. Que son los que están en contacto con la mente humana, gobiernan sobre las épocas, las naciones y protegen a los individuos.

LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA: Según Dionisio la Jerarquía Eclesiástica debía ser un reflejo de este Orden Espiritual, el orden teúrgico y sublime con poderes sacramentales, el orden de intermediación y el orden de los iniciados. Esta clasificación era propia de los Misterios Cristianos e inspiró a todas las Ordenes iniciáticas que se formaron desde la Edad Media hasta el siglo XIX.

EL ORDEN JERARQUICO DE SERVICIO EN LA ERA DE ACUARIO: Esta visión sufrió una profunda reforma a partir del siglo XIX, gracias a maestros teósofos como fueron HP. Blavatsky, la Dra. A. Besant o el Dr. R. Steiner, que, influenciados por una visión budista del ocultismo en general, introdujeron la idea de la compasión y el servicio en el Orden de la Jerarquía. Estos autores nos muestran un mundo dévico o angélico comprometido, principalmente, con la evolución de la conciencia de todos los seres vivos. Esta visión "evolutiva" de la conciencia colectiva no existe en las filosofías orientales, como tampoco existía la idea de "servicio" en las organizaciones iniciáticas tradicionales, donde el orden era, como en la antigüedad, contemplativo o de conocimiento, se supone que los rangos superiores tienen un conocimiento mayor, lo que les coloca en un escalafón más elevado. Pero eso ya no es así en el siglo XXI, donde cualquiera puede acceder al conocimiento más oculto y secreto de forma relativamente sencilla. De hecho los maestros teósofos citados y otros muchos, divulgaron el conocimiento oculto en obras como la Doctrina Secreta, un océano de Sabiduría difícil de asimilar en una vida, o en la Ciencia Oculta o el Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel. El Conocimiento está hoy al alcance de todos, un conocimiento que se puede contrastar y complementar con los desarrollos de la ciencia moderna.

La Jerarquía hoy solo puede tener un sentido si es un Orden de Servicio, si, como las Celestes Jerarquías, implicadas en la Evolución de la Conciencia, sirven a los que vienen detrás. Así, uno es más cuanto más sirve a todos, pero en especial, a los rangos inferiores. Servicio es amor, es paciencia, es acompañamiento en los procesos iniciáticos, es también enseñanza, es provisión de lo necesario, es atención y escucha, el superior sirve al inferior, y no al revés.

La réplica siniestra de este Orden de Servicio es la Jerarquía de poder que se asienta en el conocimiento, esto lo vemos en todos los ámbitos de la vida profana, pero también en el mundo iniciático. Este orden está desfasado y por ello es una perversión en la Era de Acuario. Los maestros teósofos explicaban como los nueve rangos de la Jerarquía Celestial habían intervenido en la evolución del mundo y la humanidad, cediendo incluso su propia sustancia, nuestros tejidos más duros y estructurales proceden de los ordenes más sublimes de la Jerarquía, cuya sustancia es el calor; nuestros órganos y fluidos vitales proceden del Orden Intermedio, que anima la vida en todo nuestro sistema solar; y nuestra mente procede de las Inteligencias de los rangos angélicos. En definitiva, nosotros somos lo que somos, gracias a las donaciones de la Jerarquía Celestial, que nos sirve y soporta todos nuestros abusos, para permitirnos evolucionar en el proceso de desarrollo de la conciencia. Este es el modelo que toda Jerarquía debería seguir en el siglo XXI, tanto en el orden profano como, y sobre todo, en el orden espiritual.

viernes, 21 de noviembre de 2014

EGREGOR

El Golem, según relata la novela de Gustav Meyrink, era una forma monstruosa corporizada surgida del miedo de la comunidad judía del Gueto de Praga. Se trata de una idea muy en boga entre los ocultistas del siglo XIX y XX, que denominaban "egregor" a estas formas densas o sutiles formadas por los pensamientos y sentimientos de un colectivo de seres humanos. El egregor supone que los seres humanos tienen una capacidad creadora en distintos planos mentales cuando se encuentran en grupo y, a través de un "ritual", son capaces de coordinar su pensamiento, deseo y voluntad. El "ritual" no tiene porqué ser un acto mágico, la realidad es que todo acto repetido periódicamente tiene la capacidad de crear un egregor. Un partido de fútbol, por ejemplo, tiene la capacidad de crearlo, miles de personas vibrando juntas, unificando su pensamiento, deseo y voluntad, gritando juntas las mismas consignas, es, sin duda, un moderno "ritual"; al igual, que una empresa, donde varias personas cada día repiten los mismos actos, con una misma idea y un mismo deseo.
El interés por parte de los ocultistas venía precisamente por la conexión que se establece entre los participantes y el egregor en cuestión, pues no es tan fácil desprenderse de un egregor, una vez creado, sus creadores y los participantes del egregor quedan de alguna manera vinculados a él, de manera que, como el Golem, cobra vida y se alimenta de sus pensamientos, sentimientos y actos, y al alimentarse de estas personas les va consumiendo el fluido vital, como un vampiro, siguiendo con el ejemplo de la empresa, las personas entregan su energía vital, su vida (muchas horas de su vida) a mantener el egregor. Esto no es ni bueno ni malo, de hecho, las Escuelas de Misterios siempre han trabajado con estas criaturas, al igual que las religiones, algunas de ellas denominan "dios" a lo que no deja de ser un egregor. Por tanto, tenemos muchas clases de egrégores. Pero lo que aquí nos interesa es cómo se crea y su naturaleza.

1.- ¿CÓMO SE CREA UN EGREGOR? Para crear un egregor basta con un "ritual". Rito es aquello que repetimos una y otra vez, puede contener oraciones, gestos, representaciones, etc. Lo importante es la repetición. En una Escuela de Misterios se lee un texto que nos coloca ante algunas ideas trascendentes, para elevar el pensamiento y estimular sentimientos elevados. Rituales sublimes crearán un egregor sublime, un partido de fútbol creará otro pero de naturaleza muy básica.

2.- NATURALEZA DEL EGREGOR. La naturaleza del egregor es mental, pues agrupa unos determinados pensamientos que se repiten en el ritual, pero también tiene una fuerza afectiva, capaz de conmover emocionalmente. Si el ritual se efectúa con una determinada intensidad y por parte de los participantes hay un compromiso grande, se puede lograr que esa fuerza mental-emocional "cobre vida", y ciertas fuerzas vitales puedan alimentar al egregor. Entonces el egregor dejaría de ser meramente mental-emocional para convertirse en un campo de vida, del cual los participantes podrán alimentarse-vitalizarse, a la vez que lo alimentan y le entregan su vitalidad.

3.- UTILIDAD DEL EGREGOR PARA LA ELEVACIÓN DE LA CONCIENCIA. El egregor va a alimentarse de pensamientos, sentimientos, deseos e intenciones de sus miembros, por lo que su bondad o maldad dependerá del estado de conciencia de los participantes. Es por ello que un egregor puede ser una herramienta muy útil en el proceso de elevación de la conciencia o puede ser un vampiro que se alimente de sus participantes, de ahí el Golem que se alimentaba de los miedos de los habitantes del gueto de Praga.

4.- INTENSIDAD DEL EGREGOR. La intensidad del egregor dependerá de la capacidad del grupo de "aislarlo", por ejemplo, en un templo consagrado a ese egregor, donde las personas que participan estén consagradas al culto y mantenimiento de la pureza del egregor, e incluso se identifican con él.

5.- EGREGOR AL SERVICIO DEL MUNDO. Un egregor puede utilizarse de forma centrífuga o centrípeta, pues se trata de un conjunto de fuerzas que se pueden proyectar para retroalimentar al egregor y a los participantes en sus rituales, o para irradiar la fuerza del egregor hacia el exterior en un acto de servicio a otros seres vivos. En este sentido la Sociedad Teosófica fue pionera en el trabajo con un egregor de forma centrífuga, hacia el exterior, con el trabajo de la Orden Teosófica de Servicio, fundada en el año 1908 por la Dra. Besant, y sobre todo, con sus rituales de sanación, proyectando pensamientos y sentimientos curativos hacia las personas enfermas. Estos rituales son, sin duda, uno de los trabajos más elevados que ha conocido Occidente en esta época, pues conectan con la compasión del Buda y los bodhisattvas, así como, con el mito del Santo Grial, que según la leyenda otorgaba la salud y larga vida. Los participantes en estos rituales debían mantener una dieta vegetariana por razones de pureza y por el servicio a los animales, como nuestros hermanos menores en la evolución de la conciencia.