Hemos formado un grupo de lectura de la obra central de Rudolf Steiner "La Ciencia Oculta". La selección de este importantísimo libro de la tradición espiritual y esotérica occidental no es arbitraria, ya que, pese a ser un grupo abierto, gran parte de los participantes tienen formación y extenso currículum académicos, y no lo digo por petulancia, sino porque la forma de pensar del Dr. Steiner concuerda bien con el perfil del grupo. Steiner estudió ingeniería, por tanto venía del campo de las ciencias aplicadas y se doctoró en filosofía con una tesis en la que cuestionaba la "Crítica de la Razón Pura" de Kant. Por tanto, tenía una perfecta formación filosófica, y su propuesta intelectual se enmarca en la corriente de pensamiento que presentó una antropología filosófica, a la que él llamó Antroposofía. Si bien se desmarcó de la finalidad última del movimiento científico, esto es, del estudio de la Naturaleza a través de la experiencia sensible, intentó mantener el método científico en el ámbito de su investigación de los suprasensible.
REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA DEL CAP. I: ¿QUÉ ES LA CIENCIA OCULTA?
1.- Una de las primeras cuestiones que no nos quedaba muy clara era la cuestión relativa al "método científico". Más allá de citar dicho método y justificar su uso frente a posibles críticos procedentes del campo de las ciencias y la filosofía, Steiner no parece dar una explicación clara, al menos en este capítulo, del método científico que pretende utilizar a lo largo de su investigación. Hay que decir en su defensa que en el año 1910, fecha de edición del libro, no parece que los posibles métodos científicos estuvieran muy claramente expuestos, y lo que le preocupa más a Steiner es la "actitud" del científico natural, o mejor dicho la "predisposición anímica" al conocimiento del ser humano, que no puede quedar limitada por el objeto.
2.- Por otra parte, la ciencia espiritual no parece preocupada por cuestiones metafísicas sobre los últimos principios, sino más bien una investigación directa sobre los distintos aspectos del ser humano y del mundo que no son perceptibles por los sentidos, como por ejemplo las fuerzas vivas que actúan en los vegetales o el cuerpo de deseos que despierta a los animales o el yo y sus posibles desarrollos.
Steiner le interesa el mundo y, por tanto, no lo considera una ilusión, por lo que negaría la visión oriental del mundo como mâyâ, que en el fondo se trata de un tesis escéptica. La ciencia espiritual exige la consideración del mundo como real, si bien, en gran medida sutil y suprasensible, pues lo que propondrá es un proceso de desarrollo del yo humano sobre la base de la libertad y la responsabilidad que ella comporta, una responsabilidad que es difícil de justificar para aquellos que predican la irrealidad del mundo.
Por tanto, en el fondo, el objeto de investigación de la ciencia espiritual coincide con lo que predicaba el tantrismo indio, sin lanzarse después a proponer una tesis sobre la realidad última del ser y su naturaleza. La ciencia oculta se ocupa de fenómenos suprasensibles y desde esta fenomenología oculta propone los desarrollos del alma y del espíritu humanos basados en un yo que actúa sobre el mundo, con libertad y de forma responsable.
REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA DEL CAP. I: ¿QUÉ ES LA CIENCIA OCULTA?
1.- Una de las primeras cuestiones que no nos quedaba muy clara era la cuestión relativa al "método científico". Más allá de citar dicho método y justificar su uso frente a posibles críticos procedentes del campo de las ciencias y la filosofía, Steiner no parece dar una explicación clara, al menos en este capítulo, del método científico que pretende utilizar a lo largo de su investigación. Hay que decir en su defensa que en el año 1910, fecha de edición del libro, no parece que los posibles métodos científicos estuvieran muy claramente expuestos, y lo que le preocupa más a Steiner es la "actitud" del científico natural, o mejor dicho la "predisposición anímica" al conocimiento del ser humano, que no puede quedar limitada por el objeto.
2.- Por otra parte, la ciencia espiritual no parece preocupada por cuestiones metafísicas sobre los últimos principios, sino más bien una investigación directa sobre los distintos aspectos del ser humano y del mundo que no son perceptibles por los sentidos, como por ejemplo las fuerzas vivas que actúan en los vegetales o el cuerpo de deseos que despierta a los animales o el yo y sus posibles desarrollos.
Steiner le interesa el mundo y, por tanto, no lo considera una ilusión, por lo que negaría la visión oriental del mundo como mâyâ, que en el fondo se trata de un tesis escéptica. La ciencia espiritual exige la consideración del mundo como real, si bien, en gran medida sutil y suprasensible, pues lo que propondrá es un proceso de desarrollo del yo humano sobre la base de la libertad y la responsabilidad que ella comporta, una responsabilidad que es difícil de justificar para aquellos que predican la irrealidad del mundo.
Por tanto, en el fondo, el objeto de investigación de la ciencia espiritual coincide con lo que predicaba el tantrismo indio, sin lanzarse después a proponer una tesis sobre la realidad última del ser y su naturaleza. La ciencia oculta se ocupa de fenómenos suprasensibles y desde esta fenomenología oculta propone los desarrollos del alma y del espíritu humanos basados en un yo que actúa sobre el mundo, con libertad y de forma responsable.
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