¡Oh, Budas y Bodhisattvas! Por favor, escuchad lo que os voy a decir: "Al igual que aquellos que en tiempos pasados recorrieron el sendero dichoso generaron la mente de la iluminación y realizaron todas las etapas del adiestramiento del Bodhisattva, del mismo modo, por el beneficio de todos los seres, voy a generar la mente de la iluminación y a realizar todas las etapas del camino del Bodhisattva". Repite esta súplica tres veces ante los Budas y Bodhisattvas, todos los días.
Los diez estadios (bhûmis) o etapas del camino que tiene que realizar el bodhisattva son los siguientes:
1.
El primer estadio se concentra en
la perfección de la generosidad.
2.
El segundo estadio se concentra
en la perfección de la virtud moral.
3.
Sigue la perfección de la
paciencia.
4.
El desarrollo de la diligencia y el esfuerzo.
5. El dominio de los ocho dhyâna, las cuatro meditaciones con forma y las cuatro sin forma.
6. En el sexto estadio alcanza la
perfecta sabiduría (prajñâpâramitâ), el reconocimiento espontáneo de la vacuidad de todos los fenómenos sensibles y mentales, así como la naturaleza vacía y luminosa de la mente.
7.
En el séptimo estadio trasciende
el renacimiento según el karma y se
convierte en un gran ser desarrollando los poderes y medios hábiles para su
misión.
8.
En el octavo estadio alcanza el
nivel del que no hay retorno, y puede alcanzar cualquier lugar del universo a
voluntad, domina la transferencia del “mérito”, por lo que los seres que le
rezan reciben la gracia de su inspiración espiritual.
9. Perfecciona sus poderes para
poder guiar a otros seres de la manera más adecuada y precisa.
10.
En el décimo estadio el bodhisattva habita en el cielo Tusita,
como hace ahora Maitreya, tiene un cuerpo resplandeciente y le ayudan otros
seres celestiales y bodhisattvas
menores.
Estas diez etapas del camino del Bodhisattva son un verdadero Camino de Liberación. En el momento que se ha alcanzado el séptimo estadio o bhûmi, el aspirante a la liberación comienza a tomar decisiones de forma libre, confiando en sus propios poderes y teniendo muy claro que trabaja para el beneficio de todos los seres. Esta circunstancia nos permite hablar de un verdadero "liberado", pues toma bajo su responsabilidad la decisión de actuar en un sentido u otro, de forma totalmente libre, por eso ha de tener muy claro cuál es su verdadero objetivo espiritual, y las decisiones deben manar de forma espontánea de su mente iluminada. Uno tiene que tomar bajo su responsabilidad la liberación de los demás seres. Así es como realmente se comienza a dar pasos "reales" en el Camino de la Liberación. Sin esta responsabilidad y sin este ejercicio de la Libertad, no hay una verdadera Liberación.