EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

sábado, 10 de mayo de 2014

PARA MEDITAR: MEDITACIÓN EN LOS CANALES

Antes de comenzar a meditar en los canales es interesante realizar una práctica de limpieza y sensibilización de los canales, sobre los que vamos a meditar.
Hay tres canales principales por los que circula la energía vital o prâna, de la que hablaremos más adelante. Estos canales son:

1.- El CANAL CENTRAL, de color azul, que vamos a visualizarlo desde su base imaginaria tres o cuatro dedos por debajo del ombligo y abriéndose como una chimenea por la coronilla. Es el canal más grueso y se encuentra situado por delante de la espina dorsal.

2.- El CANAL DERECHO, de color rojo sangre, que comienza en el orificio nasal derecho, asciende hasta el entrecejo por la nariz, desciende por el lado derecho del Canal Central y termina tres o cuatro dedos por debajo del ombligo al igual que el Canal Central.

3.- El CANAL IZQUIERDO, de color blanco, comienza en el orificio nasal izquierdo, asciende hasta el entrecejo por la nariz, desciende por el lado izquierdo del Canal Central y termina tres o cuatro dedos por debajo del ombligo al igual que el Canal Central.

Los tres canales están conectados en la base. Vamos a visualizar estos canales y sus colores, los imaginamos brillantes, como engrasados y algo transparentes. Una vez que podamos visualizar los canales, hacemos el siguiente ejercicio de respiración:

1.- Nos sentamos con la espalda bien recta, la barbilla ligeramente hacia el cuello y estiramos las vértebras cervicales imaginando que tiran de un hilo en la coronilla.

2.- Tapamos con el dedo corazón e índice de la mano derecha el orificio nasal izquierdo, para que el aire entre por el orificio derecho e inspiramos lenta, larga y profundamente, sintiendo como el aire circula por el CANAL DERECHO rojo sangre. Cuando no podamos inhalar más aire, tapamos con el pulgar de la mano derecha el orificio nasal derecho y abrimos el izquierdo, para exhalar suave, lenta y profundamente, observamos como el aire circula en la exhalación por el CANAL IZQUIERDO blanco. Repetimos el ejercicio 3 veces.

3.- Tapamos con el dedo pulgar de la mano derecha el orificio nasal derecho, para que el aire entre por el orificio izquierdo e inspiramos lenta, larga y profundamente, sintiendo como el aire circula por el CANAL IZQUIERDO blanco. Cuando no podamos inhalar más aire, tapamos con los dedos corazón y anular de la mano derecha el orificio nasal izquierdo y abrimos el derecho, para exhalar suave, lenta y profundamente, observamos como el aire circula en la exhalación por el CANAL DERECHO rojo sangre. Repetimos el ejercicio 3 veces.

4.- En último lugar, inspiramos lenta, profunda y suavemente por ambos orificios nasales observando como el aire circula por los CANALES DERECHO E IZQUIERDO, hasta la base del CANAL CENTRAL y espiramos lenta, profunda y suavemente por el CANAL CENTRAL azul, imaginando que expulsamos el aire por la coronilla. El aire saldrá por la nariz, obviamente, pero nosotros imaginamos que sale por la coronilla. El aire que sale por la nariz lo hace de forma muy suave, casi imperceptible. Repetimos el ejercicio 3 veces.

Si previamente a estos ejercicios se han realizado algunas posturas de yoga (sobre todo de flexión hacia delante), nos resultará más fácil respirar y sentir la circulación del aire por los tres canales.

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