EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

sábado, 17 de mayo de 2014

UN BUDA

Conozco un tipo que le dice a su mujer: "soy un Buda", y esta le mira con escepticismo, cuando no con cara de enfado. Y, sin embargo, es realmente un Buda. Bueno, es una persona que ha tomado los votos para serlo y está en camino... no tiene una mente pura y cristalina como el diamante, donde solo se refleja Luz, pero está trabajando para llegar a ello, y algún día, con toda seguridad, alcanzará este objetivo. Por tanto, no está engañando a su mujer, le dice la verdad, él ya es un Buda. Y tú, lector, ¡también lo eres! La mente cristalina o diamantina no se tiene que crear, solo pulir. Basta con decirte a ti mismo, no hace falta que nadie más lo sepa:

"Por el beneficio de todos los seres, voy a generar la mente de la iluminación y a realizar todas las etapas del camino del Bodhisattva".

Este es el propósito y el compromiso que adquiere todo aquel que quiere llegar a iluminar su mente, este es el compromiso de todos los Budas. ¿Y cuales son las etapas del camino del Bodhisattva?

Son solo seis perfecciones: la generosidad, el cultivo de la virtud, la paciencia, el esfuerzo en el progreso espiritual, la meditación y la sabiduría. Por este orden. Pues la generosidad debe ser la principal motivación, nuestro deseo de pureza mental tiene que venir generado por el profundo deseo de hacer felices a los demás. El cultivo de la virtud, la paciencia y el esfuerzo son las claves de la pureza mental.

Meditar, ¿con qué fin? La meditación es un arte. Cada uno puede trabajar la meditación de diferente manera, pues cada uno es único, y por tanto tiene un camino determinado por recorrer que solo él mismo sabe. La meditación también es una práctica higiénica, que nos ayudará a desapegar nuestra mente de los sentidos y del mundo exterior, y la limpiará de sus impurezas.

Finalmente, la Sabiduría es el conocimiento verdadero de que el mundo, nuestra mente y nuestro yo son como las olas del mar, que llegan, rompen y desaparecen, un flujo constante, en el que no hay nada estable e imperecedero, esta es la verdadera Sabiduría (prañjâ pâramitâ).

No hay maestros, no hay discípulos, no hay caminos, todo son pequeñas impurezas, miserias de una mente empañada. Se da la paradoja de que pensar que eres un Buda es una ilusión, pero pensar que no lo eres también lo es. Limpia las impurezas con las seis perfecciones y te darás cuenta de que, en realidad, ya eras un Buda, de que siempre lo has sido.

Om gate gate pâragate pârasamgate bodhi svâhâ
(vamos, vamos, vamos más allá, vamos mucho más allá, hasta la iluminación)

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