EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

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viernes, 21 de noviembre de 2014

EGREGOR

El Golem, según relata la novela de Gustav Meyrink, era una forma monstruosa corporizada surgida del miedo de la comunidad judía del Gueto de Praga. Se trata de una idea muy en boga entre los ocultistas del siglo XIX y XX, que denominaban "egregor" a estas formas densas o sutiles formadas por los pensamientos y sentimientos de un colectivo de seres humanos. El egregor supone que los seres humanos tienen una capacidad creadora en distintos planos mentales cuando se encuentran en grupo y, a través de un "ritual", son capaces de coordinar su pensamiento, deseo y voluntad. El "ritual" no tiene porqué ser un acto mágico, la realidad es que todo acto repetido periódicamente tiene la capacidad de crear un egregor. Un partido de fútbol, por ejemplo, tiene la capacidad de crearlo, miles de personas vibrando juntas, unificando su pensamiento, deseo y voluntad, gritando juntas las mismas consignas, es, sin duda, un moderno "ritual"; al igual, que una empresa, donde varias personas cada día repiten los mismos actos, con una misma idea y un mismo deseo.
El interés por parte de los ocultistas venía precisamente por la conexión que se establece entre los participantes y el egregor en cuestión, pues no es tan fácil desprenderse de un egregor, una vez creado, sus creadores y los participantes del egregor quedan de alguna manera vinculados a él, de manera que, como el Golem, cobra vida y se alimenta de sus pensamientos, sentimientos y actos, y al alimentarse de estas personas les va consumiendo el fluido vital, como un vampiro, siguiendo con el ejemplo de la empresa, las personas entregan su energía vital, su vida (muchas horas de su vida) a mantener el egregor. Esto no es ni bueno ni malo, de hecho, las Escuelas de Misterios siempre han trabajado con estas criaturas, al igual que las religiones, algunas de ellas denominan "dios" a lo que no deja de ser un egregor. Por tanto, tenemos muchas clases de egrégores. Pero lo que aquí nos interesa es cómo se crea y su naturaleza.

1.- ¿CÓMO SE CREA UN EGREGOR? Para crear un egregor basta con un "ritual". Rito es aquello que repetimos una y otra vez, puede contener oraciones, gestos, representaciones, etc. Lo importante es la repetición. En una Escuela de Misterios se lee un texto que nos coloca ante algunas ideas trascendentes, para elevar el pensamiento y estimular sentimientos elevados. Rituales sublimes crearán un egregor sublime, un partido de fútbol creará otro pero de naturaleza muy básica.

2.- NATURALEZA DEL EGREGOR. La naturaleza del egregor es mental, pues agrupa unos determinados pensamientos que se repiten en el ritual, pero también tiene una fuerza afectiva, capaz de conmover emocionalmente. Si el ritual se efectúa con una determinada intensidad y por parte de los participantes hay un compromiso grande, se puede lograr que esa fuerza mental-emocional "cobre vida", y ciertas fuerzas vitales puedan alimentar al egregor. Entonces el egregor dejaría de ser meramente mental-emocional para convertirse en un campo de vida, del cual los participantes podrán alimentarse-vitalizarse, a la vez que lo alimentan y le entregan su vitalidad.

3.- UTILIDAD DEL EGREGOR PARA LA ELEVACIÓN DE LA CONCIENCIA. El egregor va a alimentarse de pensamientos, sentimientos, deseos e intenciones de sus miembros, por lo que su bondad o maldad dependerá del estado de conciencia de los participantes. Es por ello que un egregor puede ser una herramienta muy útil en el proceso de elevación de la conciencia o puede ser un vampiro que se alimente de sus participantes, de ahí el Golem que se alimentaba de los miedos de los habitantes del gueto de Praga.

4.- INTENSIDAD DEL EGREGOR. La intensidad del egregor dependerá de la capacidad del grupo de "aislarlo", por ejemplo, en un templo consagrado a ese egregor, donde las personas que participan estén consagradas al culto y mantenimiento de la pureza del egregor, e incluso se identifican con él.

5.- EGREGOR AL SERVICIO DEL MUNDO. Un egregor puede utilizarse de forma centrífuga o centrípeta, pues se trata de un conjunto de fuerzas que se pueden proyectar para retroalimentar al egregor y a los participantes en sus rituales, o para irradiar la fuerza del egregor hacia el exterior en un acto de servicio a otros seres vivos. En este sentido la Sociedad Teosófica fue pionera en el trabajo con un egregor de forma centrífuga, hacia el exterior, con el trabajo de la Orden Teosófica de Servicio, fundada en el año 1908 por la Dra. Besant, y sobre todo, con sus rituales de sanación, proyectando pensamientos y sentimientos curativos hacia las personas enfermas. Estos rituales son, sin duda, uno de los trabajos más elevados que ha conocido Occidente en esta época, pues conectan con la compasión del Buda y los bodhisattvas, así como, con el mito del Santo Grial, que según la leyenda otorgaba la salud y larga vida. Los participantes en estos rituales debían mantener una dieta vegetariana por razones de pureza y por el servicio a los animales, como nuestros hermanos menores en la evolución de la conciencia.  

martes, 29 de abril de 2014

LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA PERDIDA.

Como decía Descartes: mundus est fabula. Por eso vamos a explicar una fábula, tenemos muchos datos y fechas, pero la verdad de los hechos nunca podremos saberla. La protagonista de nuestra fábula es una aventurera de origen ruso, HPB, fascinada por la sabiduría antigua. En el año 1874 conoce a HO, un coronel retirado interesado por los fenómenos sobrenaturales y las ciencias ocultas. Un año más tarde, en Nueva York, ambos amigos fundaron la Sociedad Teosófica. En el año 1877, HPB publica su primera gran obra en cuatro volúmenes, Isis sin velo, donde muestra un gran interés por las religiones y la sabiduría antigua, mientras propone una reforma del ocultismo de su época. Francmasones y sociedades secretas son algunos de los pocos lugares donde se puede encontrar algo de la Sabiduría arcana de Occidente, pero en general, poco quedaba de la tradición mística y espiritual que vio su origen en Egipto, Mesopotamia y Grecia, y, a partir de la Edad Media, inspiró a los buscadores del Grial o de los alquimistas Rosacruces. Occidente estaba embarcado y fascinado por la aventura de las nuevas ciencias, y había dejado de lado su parte mágica y mística, en pos de las luces de la Razón.
Las aventuras de HPB y HO les condujeron a la India en torno al año 1878. Y ¿qué encontraron en Oriente? La India por aquella época vivía momentos de gran decadencia cultural bajo el dominio británico, las tradiciones medievales de la India antigua habían quedado relegadas a sectores marginales y populares, mientras que las clases altas e ilustradas se occidentalizaban a grandes pasos. Sin embargo, nuestros amigos, curiosos por naturaleza, no dejaron de fascinarse por los restos de la tradición espiritual milenaria. Lo que les llevó a iniciar una labor de recuperación de la literatura filosófica y espiritual de la India.

FASCINACIÓN POR EL TIBET: Pero fue en su viaje al Norte cuando conocieron a Sinnett, autor de la obra Budismo esotérico, una versión del Budismo tántrico que presentaba la personalidad humana en siete miembros: un cuerpo físico y su doble pránico o etérico, un cuerpo sensual o de deseos, y una mente inferior, una mente superior o Manas, la Mente Búdica o Buddhi y la esencia monádica, Atman. El Budismo esotérico de Sinnett inspiró la segunda gran obra de HPB, La Doctrina Secreta. En el Norte de India tomaron conciencia de la existencia en los Himalayas de los restos de la Sabiduría perdida. Mientras en la India la tradición espiritual relativa al Yoga se había mantenido gracias a yoguis marginales y analfabetos, en el Tibet monasterios repletos de Lamas y Yoguis muy eruditos habían mantenido la tradición antigua de las grandes Universidades indias, como la de Nalanda, donde maestros y estudiantes analizaban los efectos del yoga y la meditación en la mente humana. Las escuelas de Lamas tibetanos estaban repletas de sabios y eruditos monjes y yoguis, practicantes de diversos yogas y tantras, así como de profundísimos estudios y tratados sobre la mente humana.
La palabra sánscrita dhyân generalmente se traduce como "meditación", sabios hindúes como Patañjali o budistas como Nagarjuna habían estudiado distintas clases de dhyân para transformar la mente. La clave de la transformación de la mente se encontraba en el dhyân-yoga (lo que hoy se conoce como raja-yoga). La palabra japonesa Zen equivale a la palabra china chan y a la palabra sánscrita dhyân. El Budismo del Tibet había conservado el interés por el estudio de la mente en el estado dhyân. Antes de su muerte, HPB escribió dos obras La Doctrina Secreta y La voz del silencio, la primera muy extensa donde analiza con detalle un texto tibetano denominado: Las Estancias del Dzyan, que no es otra cosa que las estancias de dhyân, y en su libro La voz del silencio donde nos da claras indicaciones sobre los estadios por los que pasa la conciencia hasta alcanzar la meditación dhyân que permite escuchar la "voz del silencio".
Las obras de HPB revolucionaron el mundo espiritual y la Sociedad Teosófica se convirtió en la más amplia difusora de esta nueva espiritualidad basada en el Budismo esotérico, gracias al cual HPB pudo encontrar la doctrina secreta, la antigua Sabiduría, oculta en los textos de todas las religiones. La Sociedad Teosófica, que tenía la intención, muy budista por otra parte, de crear una Fraternidad Universal de buscadores de la Sabiduría, se fue atomizando en innumerables sociedades y grupos, que, con otros nombres, buscaban realizar el triángulo superior del Budismo Esotérico: "Manas-Buddhi-Atman". Un nuevo grupo de Rosacruces surgieron del impulso teosófico, que llamaron a este triángulo budista: "yo espiritual" o "alma", "espíritu de vida" o "alma-espíritu" y "espíritu divino" o "mónada". Rudolf Steiner, miembro activo de la Sociedad Teosófica hasta el año 1913, proponía en su obra de 1904, Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores, una versión occidentalizada del Óctuple Sendero budista. El movimiento esotérico occidental surgido de la Teosofía no es otra cosa que una versión moderna del Budismo Mahayana y Tántrico, donde se introducen conceptos budistas como el karma, la reencarnación, los chakras, la activación de la fuerza de Kundalini, etc. y la trinidad Manas-Buddhi-Atman, que equivale al "cuerpo de transformación" de Buda (Nirmanakaya), a su "cuerpo del Gozo" (Sambhogakaya) y al "cuerpo de Sabiduría" (Dharmakaya), que tendremos que explorar más adelante para comprender de qué se trata realmente esta "buena nueva budista". 

lunes, 21 de abril de 2014

TEOSOFÍA Y LA REFORMA DE LA MASONERÍA

A mediados del siglo XIX el número de masones en Europa y América se contaba por miles. Era una organización fraternal que había conservado diversos rituales donde se recreaban diferentes corrientes místicas del pasado. Desde principios del siglo XVIII había experimentado un gran crecimiento, convirtiéndose en la Fraternidad Universal no religiosa más grande conocida en la historia de la humanidad. Sin embargo, el hecho de ser una sociedad tan grande había generado diferentes conflictos en su seno, se habían creado diferentes federaciones de logias o Grandes Logias con tendencias diferentes y solo admitía hombres. Por otra parte, la Masonería se comprometió con la reforma de la sociedad feudal y la erradicación de la superstición, para lo cual impulsó la educación, la implantación de la razón y el desarrollo de la ciencias racionales. Todo ello le fue apartando del carácter espiritual y místico que tenía en su origen. Los masones se reúnen en sus logias bajo el símbolo de un triángulo denominado Delta, ante las tres luces, la Biblia, la escuadra y el compás (símbolos del arte masónico) y entre tres columnas que representan la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, dispuestas en forma triangular.
En 1875 Helena P. Blavatsky, el coronel Olcott y William Judge fundaron la Sociedad Teosófica en Nueva York con el siguiente ideario: Formar un núcleo de la fraternidad universal de la humanidad, sin distinción de raza, sexo, casta o color; fomentar el estudio comparativo de religiones, filosofías y ciencias e investigar las leyes inexplicadas de la naturaleza, y los poderes latentes en el hombre. En estos tres ideales se escondía, entre otras muchas cosas, la intención de reformar la Masonería, que tal como decía Blavatsky en su obra de 1977, Isis sin velo: "conviene advertir que ha llegado el tiempo de restaurar la masonería y restituirla a los límites que le señalaron las primitivas hermandades, con cuyo espíritu se envanecían en el siglo XVIII los fundadores de la masonería puramente especulativa. Desde entonces ya no hay secretos masónicos, pues la Orden va convirtiéndose en una asociación degradada por gentes egoístas y malévolas." La nueva Masonería Universal no debía discriminar por razón de sexo, la misma HPB fue reconocida por John Yarker, autoridad máxima de la Orden masónica de Manfis-Misraim, como Princesa Coronada 12º. Yarker mantuvo una gran amistad con HPB y fue miembro de la Sociedad Teosófica, al igual que muchos masones americanos y europeos. Posteriormente, Annie Besant, segunda presidenta de la Sociedad Teosófica, también fue miembro activo de la Co-masonería mixta en Inglaterra. Y no podemos dejar de citar al Dr. Rudolf Steiner quien también trabajó con el Rito egipcio de Menfis-Misraim, y mantenía la necesidad de introducir el elemento mágico y femenino en la Masonería para permitir el desarrollo espiritual de toda la humanidad "aunque hoy solo podemos caracterizar a la Masonería como una caricatura del gran Arte Real, no debemos claudicar en el intento de despertar las fuerzas que en ella residen, un trabajo que nos corresponde paralelamente al movimiento teosófico". La necesidad de explorar la sabiduría de las religiones, filosofías y ciencias era igualmente una necesidad urgente para evitar el deterioro espiritual de la Masonería. Y finalmente se presentó un nuevo Delta o Triángulo que constituía la Trinidad Humana Superior, el desarrollo que el ser humano tiene que alcanzar en su proceso de elevación espiritual, este Triángulo estaba formado por la trinidad Manas-Buddhi-Atman, conceptos orientales extraídos del Budismo Esotérico. Manas o la mente humana más elevada y sublime, Buddhi o Alma espiritual, y Atman, la Mónada Divina en el ser humano. Este nuevo Triángulo espiritual tenía que dotar a la Masonería de un nuevo fundamento y de un nuevo objetivo de desarrollo para miles de masones, que formaban las élites políticas, culturales, económicas y sociales de Europa y América y propiciar así una reforma espiritual universal. Rudolf Steiner habló de la Masonería del Santo Grial como aquella caracterizada por el "auto-sacrificio". La verdadera fraternidad surge cuando los seres humanos se unen fraternalmente y generan una fuerza "que es universal en todos los seres humanos y que se expresa en el intelecto de aquella gran unidad sobre la que no puede haber discusión, se llama Manas. Y cuando los seres humanos hayan logrado unirse, no solo de acuerdo a su intelecto, sino también a sus percepciones y sentimientos, armonicen en su más profunda vida anímica y se encuentren en aquello que es noble y bueno, encontrándose en amor hacia objetivos comunes, del mismo modo en el que lo logran hoy en aquello que demuestra que dos más dos son cuatro y que tres por tres son nueve, habrá llegado el tiempo en el que el ser humano será capaz de transformar la materia viva." Steiner consideraba que en la Masonería podía surgir la Fraternidad del Santo Grial, un grupo unido en el sentir, pensar y percibir, llevando una vida objetiva en el amor y vertida al servicio de la humanidad, capaz de transformar la materia viva, en definitiva expresar el segundo principio de la nueva Trinidad: Buddhi, la Mente Búdica cuya naturaleza es la unión de la compasión y la vacuidad (la ausencia total de ego).   

CONCLUSIONES SOBRE EL PENSAMIENTO HERMÉTICO

Ayer finalizaron las Jornadas Ibéricas de la Sociedad Teosófica, que trataron el tema del Pensamiento Hermético. Todo lo que sucedió en estos días merece una detallada atención, pues parecía como si se nos estuvieran revelando nuevas posibilidades, nuevas formas de trabajo. Una primera cuestión que merece atención son las impresiones expresadas por el grupo de participantes, porque algunos experimentaron las presentaciones como muy densas, mucha información, muchos temas de estudio, muy inquietantes… Pero todos experimentamos una fuerte unidad de todo el grupo, una verdadera Fraternidad. Y es que el Pensamiento Hermético nos unió, pese a la densidad de los conceptos e ideas que contenía, todos nos sentimos muy unidos, fraternalmente unidos ante un tremendo desafío: ¡la comprensión del Mensaje de Hermes! En mi opinión este desafío nos estaba confrontando con cuestiones muy importantes, con formas de trabajo nuevas, y para explicarlo analizaré brevemente algunos de los conceptos herméticos que estudiamos:
            El Logos: Hermes es el Logos, es el Manas superior, la mente abstracta de cada uno de nosotros intentando captar la esencia profunda de toda la Creación. Manas superior es la mente que aspira a Buddhi, la Mente Búdica, cuya naturaleza es Compasión y Vacuidad. Todos los participantes de las Jornadas trabajamos al más alto nivel que nuestro Manas superior nos permitió.
            La Gnosis: gnosis no es solo conocimiento, es la sustancia búdica, es la propia Mente Búdica Universal, es el Conocimiento Secreto o la Sabiduría Divina misma. Es Conocimiento unificador y Fuerza. En nuestro encuentro Buddhi se manifestó como una nube por encima de nuestras cabezas invocada por nuestra aspiración y nuestra unidad. Y fue precisamente nuestra aspiración común la que nos permitió experimentar la Unidad, la Fraternidad que la Gnosis aporta.
            La Crátera o el Grial: Buddhi es como una copa llena de Sabiduría y Fuerza, que solo la aspiración del grupo podía invocar. Todos bebimos de esta Copa Sagrada, que nuestra aspiración invocó. El Grial es una concentración de Fuerzas de esta Mente Búdica. Este Grial también se manifiesta en los Rituales de Sanación de la Sociedad Teosófica y otros grupos, donde los nombres de los enfermos son sumergidos en la Copa de Fuerza Buddhica que es Luz, Unidad, Sabiduría y Curación. El Buda presentaba su Sabiduría como un remedio curativo y el Camino como un proceso de curación de los tres venenos, ignorancia, odio y apego.
            La Piedad Hermética: Es el silencio de Manas superior cuando recibe las Fuerzas de la Gnosis, es el Silencio en el Templo del Grial. Esto nos confronta con nuevas formas de trabajo.
            La Alquimia: Es el arte de la transformación de los Elementos, nuestro vehículo etérico es el que permite que nuestra mente se manifieste, los cuatro éteres inferiores soportan las mentes más básicas, el quinto éter sustenta a Manas superior. La Alquimia es la herramienta para transformar estos cinco éteres, purificarlos, es el arte de la Metamorfosis o la Transfiguración. No solo hay que conectar con la Mente Buddhica sino que hay que construir el vehículo que la pueda manifestar.

            El Noûs o Poimandres: El Noûs es el Hombre Nuevo, es ese vehículo, una figura inmensa de unos éteres muy puros que sustenta la Mente Buddhica, es el Hombre Rojo, surgido del proceso alquímico.