EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

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jueves, 29 de enero de 2015

PSICOLOGÍA DEL BARDO

Una de las grandes aportaciones de Occidente a la cultura universal es sin duda la psicología moderna. Hasta el siglo XIX la preocupación por el alma (psique) era una tarea de los filósofos, que buceaban en su propia experiencia del proceso de conocimiento, de la voluntad, del juicio estético, etc. Sin embargo, a partir de Freud comienza a disciplinarse el estudio de la psique humana, de los sueños y del subconsciente, y cómo todo ello afecta a nuestra conciencia de vigilia. Carl Gustav Jung descubrió que en la psique profunda se agitaban formas universales de un inconsciente colectivo, que se pueden reconocer con cierta facilidad en las religiones de diversas culturas.

Esto nos permite una mirada totalmente desapasionada del mito, las leyendas, los rituales y los demás componentes religiosos y misteriosos, desprovista del componente visceral de la fe. En algún otro post comentamos como la mirada científica - que es una pregunta por el porqué de las cosas, no es otra cosa que una actitud del alma o de la mente, y como dicha actitud es perfectamente aplicable a los fenómenos no perceptibles por los sentidos. De hecho, C.G. Jung es exactamente lo que hizo cuando buscaba las trazas de sus arquetipos del inconsciente colectivo en todo tipo de mitos, leyendas y tradiciones religiosas tanto de Occidente como de Oriente, a la vez que constataba sus descubrimientos en su práctica clínica. Si bien, en tiempos de Jung, Oriente no había volcado toda la información de la que hoy tenemos relativamente fácil acceso.

Una de las cosas donde me parece más importante este estudio desapasionado y metódico es en lo que cada vez se va conociendo mejor del Budismo Tibetano, sus conocimientos y estudios sobre la mente, y sobre todo el sentido de sus meditaciones más profundas que permiten a los lamas viajar a través de los distintos estados mentales, ya sean sueños e incluso las etapas de disolución de la conciencia durante la muerte, lo que se conoce con el nombre de "bardo".

Considero del todo necesario una aproximación con la misma actitud del alma que la de un científico que estudia las partículas subatómicas, abordar la cuestión del "bardo" sus distintas etapas, las distintas experiencias de la psique en el proceso de disolución de la conciencia, tan detalladamente explicados en los textos budistas, así como toda la tecnología - en la forma de los distintos yogas - y distintas meditaciones con las que intentan reproducir dichos procesos anímicos. Psicología y yoga (profundo, no el del gimnasio) tienen mucho que caminar juntos, para desvelar todavía muchos misterios de la mente y de la vida humana. Pero sobre todo, las enseñanzas y prácticas relacionadas con el bardo, el estado intermedio, deberían abordarse desde la perspectiva de la psicología y la filosofía de la conciencia occidentales, lo que sin duda abriría nuevos caminos hacia la felicidad y eliminaría muchos fantasmas que nos surgen sobre una cuestión a la que deliberadamente nuestra cultura da la espalda, y nos coloca absolutamente ciegos e ignorantes ante el misterio más importante de la vida: la muerte.

jueves, 30 de octubre de 2014

ONDAS ALFA Y TRANCE YOGUICO, por Juan Almirall


ONDAS CEREBRALES: En estado normal, nuestras neuronas funcionan a razón de 21 pulsaciones por segundo, generando lo que se conoce como ondas beta. Nuestra actividad mental es agitada y requiere un esfuerzo importante de procesamiento de información procedente de nuestras percepciones. Este es en general nuestro estado consciente o de vigilia, de vigilancia.
Cuando dormimos nuestras neuronas reducen el ritmo de pulsación entre 14-7 pulsaciones por segundo, generando lo que se conoce como ondas alfa. Es un sueño reparador donde nuestro cerebro descansa, nuestra mente se identifica con el cuerpo e interpreta los fenómenos corporales a través de imágenes. Así se producen los sueños. En el sueño nuestra mente conecta con nuestro cuerpo y utiliza imágenes oníricas para interpretar los fenómenos corporales. La actividad mental del sueño requiere un menor número de pulsaciones de nuestro cerebro, un nivel más bajo, y al conectar con el cuerpo, la mente se relaja y el cuerpo elimina tensiones musculares, que normalmente se experimentan en estado de alerta y vigilancia.
La tercera frecuencia es la de las ondas theta, correspondientes al sueño profundo, estas ondas son de 7 a 4 pulsaciones por segundo, por debajo de estas pulsaciones nos encontraríamos con el estado de coma.

EL YOGA Y LA EXPLORACIÓN DE LA MENTE: El yoga estudia la mente desde dentro, explora los fenómenos mentales de forma subjetiva. Desde el exterior podemos medir las ondas cerebrales, las pulsaciones de las células del cerebro. Pero, ¿qué se produce en nuestra mente? ¿cómo experimentamos los estados de la mente cuando ésta se sumerge en frecuencias de onda más baja? El yoga, en general, son métodos que permiten entrar en estados de frecuencia de onda más baja a la mente en estado beta de vigilia. Al despertar la conciencia corporal cuando la mente percibe el cuerpo o partes del cuerpo, se va reduciendo la frecuencia de pulsación de las ondas cerebrales. Los estados inducidos de trance o hipnosis suelen utilizar métodos yóguicos y de meditación. Por ejemplo, focalizando la atención en la respiración la mente desconecta de los sentidos y entra en estado alfa, a medida que se repite diariamente este ejercicio la mente entra con más facilidad y rapidez en estado alfa. Esto siempre es así, la primera vez que intentamos desconectar nos cuesta mucho, pero si establecemos un ritmo diario, todos los días a la misma hora, la mente entra con facilidad en estados de calma y se sumerge en las ondas alfa rápidamente. Los yoguis llamaban a esta práctica regular sadhana o disciplina, que facilita la meditación y la relajación; un sadhu es un yogui que practica una sadhana. Otra práctica yóguica muy frecuente es la de focalizar la atención en distintas partes del cuerpo, por ejemplo, comenzando por los pies, las piernas, los órganos del tronco, los hombros, los brazos, las manos, el cuello, la cabeza y los músculos de la cara... así poco a poco el cuerpo se va relajando y la mente va entrando en estado alfa. A esto se lo conoce como yoga-nidra, el yoga de los sueños. La repetición de mantras como una letanía también tiene la capacidad de inducir a la mente a un estado similar.

El yogui entra en estado alfa sin estar dormido y así puede explorar el comportamiento de la mente en estado de trance. Las sadhanas tántricas del budismo tibetano, por ejemplo, son complejas imaginaciones guiadas, que permiten explorar los estados de la mente en estado de trance alfa. El estado alfa también nos reconecta con nuestro subconsciente, con el mundo onírico. Así, la sadhana de un yogui es similar a un sueño, pues suceden cosas extraordinarias que tienen una traducción corporal. Por ejemplo, imaginar que una deidad tántrica iracunda nos corta el cuerpo en trocitos hasta que no queda nada y los disuelves en una calavera, es una imaginación que nos permite sumergirnos en estados mentales mucho más profundos, donde la mente va perdiendo los puntos de focalización y queda suspendida en una sensación de vacío, esto permite entrar en estado theta, con un frecuencia de onda todavía más baja.

La práctica del hatha-yoga clásico, comenzaba con determinadas posturas que estiraban y abrían las ramificaciones nerviosas del cuerpo, con posturas invertidas que llevaban la sangre a la cabeza, continuaban focalizando la mente en la respiración, y luego utilizaban técnicas de interiorización y percepción interior, induciendo a la mente a entrar en estados de trance cada vez más profundos. Ello terminaba, en distintos estados de samâdhi, en que de forma consciente se conectaba con las capas más profundas de la mente, esto es, en estados de frecuencia de onda muy bajos.

¿Cuál era el objetivo? Sin duda, el objetivo de explorar la mente en frecuencias de onda baja era prepararse para la muerte, lo que todos los yoguis, tanto hindúes como budistas, buscan es la continuidad de la conciencia cuando la mente se separa del cuerpo, esto es, la inmortalidad. Los yoguis piensan que solo conectando con la mente más sutil, la que vibra a frecuencias más bajas, es posible mantener la conciencia cuando la mente se separa definitivamente del cuerpo.

viernes, 17 de octubre de 2014

HATHA-YOGA, KUNDALINI-YOGA, KRIYA-YOGA

El Hatha-yoga original es un yoga tántrico. Consistía en una serie de prácticas que realizaba el yogui que se retiraba durante una temporada larga a una pequeña ermita, para lograr ciertos poderes o siddhis, por eso también se llamaban siddhas o mahasiddhas. Allí el hatha-yogui o siddha seguía el siguiente programa de purificación, ejercicio y meditación:

PRELIMINARES:
1.- Comenzaba con diversas limpiezas internas del cuerpo.
2.- Asanas, seguía haciendo una serie de posturas, reproduciendo formas de animales, principalmente.
3.- Luego hacía prácticas de respiración (pranayama).

KUNDALINI-YOGA O PRATYAHARA:
4.- Después de estas prácticas preparatorias, comenzaba sus ejercicios de sensibilización interna (pratyahara), consistentes en distintas kriyas, mudras, bhandas, recitación de mantras. 

RAJA-YOGA: Y por último, realizaba distintos tipos de meditación o Raja-yoga:
5.- Concentración (dharana).
6.- Mediación dhyana.
7.- Samadhi o contemplación.

Este era el programa que el hatha-yogui realizaba durante varios meses o incluso años de retiro. En la actualidad la cosa ha cambiado un poco. Hoy en día tenemos:

HATHA-YOGA donde principalmente se hacen las tres primeras prácticas: 1.- Limpiezas (no siempre); 2.- Asanas o posturas, que pueden ser estáticas o dinámicas. Y 3.- algo de pranayama. El Hatha-yoga durante muchos años permaneció en el olvido, su recuperación fue inicialmente por motivos deportivos y de la salud.

KUNDALINI-YOGA serían una serie de kriyas destinadas a despertar la sensibilidad interior y la sensación de la corriente espinal en el canal central, la famosa Kundalini. Se trata de una práctica de pratyahara (absorción de los sentidos y la mente hacia el interior), el yogui aprende a distinguir por medio de ejercicios de yoga sutil un nuevo mundo de sensaciones y percepciones internas. KRIYA-YOGA sería un Kundalini-yoga donde solo se emplean determinadas kriyas. Son muy pocas las iniciativas conocidas de recuperación de esta parte del Yoga. La principal fue la de Yogi Bhajan, un yogui sij, que presentó un gran número de ejercicios combinados con la respiración de fuego, que permitían tener sensaciones muy intensas. Swami Yogananda presentó unas pocas kriyas en su programa de Kriya-yoga. Y Swami Satyananda Saraswati escribió algunos libros inspirado por un misterioso Gurú, recuperando el Kundalini-yoga de los textos de Hatha-yoga clásico.

lunes, 23 de junio de 2014

¿Qué es el Tantra?

¿Qué es el Tantra? El Tantra es una filosofía religiosa que propone alcanzar la liberación del sufrimiento y todos los condicionantes mentales a partir de la experiencia del gozo profundo. En general, se pensaba que el camino hacia la liberación solo era posible a través de una vida consagrada a la divinidad llena de privaciones, sin embargo, los filósofos tántricos, llamados yoguis o mahasiddhas, mostraron un camino fundamentalmente basado en la experiencia de gozo.
Pero este gozo no consiste en un gozo superficial o momentáneo, sino en la experiencia profunda de placer y felicidad, se trata de una unión profunda con la divinidad, es un éxtasis místico profundo y duradero. Por eso, el Tantra es un Yoga, un camino de unión con la divinidad, el placer que se busca es el placer de sentirse como se sienten los dioses.

Hay dos clases de Tantras, los Tantras del Yoga y los Tantras de la Yoguini, los primeros tienen que ver con la disposición y preparación del meditador, son los Tantras del Padre, y los Tantras de la Yoguini tienen que ver con la unión sexual y la experiencia del éxtasis místicos con una Consorte Divina o Mahamudra, son los Tantras de la Madre.

En los Tantras encontramos relatos de tipo mitológico, que nos explican las cualidades y hechos de la divinidad protagonista del tantra (aquí la palabra tantra tiene sentido de libro o relato), pero también nos explica los rituales y métodos de unión o yogas de la divinidad.

En la tradición budista se presentan dos tipos de prácticas tántricas, una primera ritual y religiosa y otra completamente yóguica, que viene a continuación. Estas partes son:

1) El Yoga de Generación, que nos explica como entrar en el mandala (palacio o espacio sagrado) de la divinidad y sus rituales, hasta que el practicante se autogenera como la divinidad central del mandala. Este Yoga de Generación purifica la mente, trabaja con la imaginación y los sueños, y transforma la vida cotidiana del yogui, que vive como si fuera una divinidad, mentalmente es la divinidad. De este tipo de Yoga son el Yoga Supremo de Sri Chakrasamvara o el Tantra de Hevajra.

2) El Yoga de Consumación, también conocido como los seis Yogas de Naropa, es un yoga práctico, un Hatha-yoga, que permite una transformación mucho más profunda. Estos Yogas trabajan con los Vientos internos, los Canales y los Chakras, transformando los Vientos internos, utilizando Canales y Chakras el yogui se convierte en un poderoso Mahasiddha (literalmente el que ha alcanzado grandes poderes o logros), con un Cuerpo, una Palabra y una Mente muy sutil e inmortal. Este Yoga forma parte de una tradición muy secreta y muy efectiva, que solo puede iniciarse una vez se ha avanzado en el Yoga de Generación. Este es uno de los secretos mejor guardados por las diversas tradiciones de Lamas del Tibet, se trata de un verdadero Buddhismo Esotérico.

Esta dos clases de Yogas están relacionados con las creencias que los budistas indios tenían sobre el más allá. En India siempre se habla de los Tres Lugares: la Tierra, el Cielo y las Esferas Divinas, los budistas relacionaron estos lugares con el Cuerpo, la Palabra y la Mente del Buda, pero también con tres lugares y momentos por los que atraviesa el alma tras la muerte: 1º.- El momento antes de morir, donde se puede alcanzar la mente llamada Luz Clara; 2º.- El más allá o Bardo, un lugar similar a los sueños; y 3º.- la etapa en el vientre de la madre. En los dos primeros momentos es posible liberarse del sufrimiento que comporta volver a nacer en el Samsara. En el primer momento solo es posible liberarse si se han alcanzado los siddhis o logros del Yoga de Consumación. La etapa del Bardo está llena de posibilidades de liberación, pero hay que saber desentrañar los engaños del más allá, para ello el yogui trabaja el Yoga de Generación, que le permite penetrar en una Tierra Pura de un Buda, libre de los engaños del Samsara, donde puede alcanzar la liberación sin tener que volver a nacer en este mundo. 

domingo, 11 de mayo de 2014

SOBRE LAS MEDITACIONES EN LOS CANALES

Algún lector me ha preguntado cuál es la finalidad de meditar en los Canales, una pregunta muy razonable si se tiene en cuenta que cada uno de nosotros se siente inclinado a una práctica espiritual determinada, dependiendo de muchos factores personales.
La meditación en los Canales está relacionada con las prácticas de meditación más profundas del Tantra de consumación, es decir, de la generación de un vehículo de prâna capaz de desplegar la Mente Pura de un Buda, o Buddhi - como lo llamaban los teósofos y rosacruces. Para purificar la mente hay varios caminos, uno de ellos, que no está reñido con cualquier otro, es purificar el cuerpo etérico o los vientos internos, los canales y los chakras. Como ya explicamos en una entrada anterior el cuerpo etérico es el vehículo de la mente, si la mente es impura los vientos en los que se desplaza también son impuros (ver EL DOBLE ETÉREO COMO OBJETO DE LA BÚSQUEDA INTERIOR). En nuestro texto explicábamos que el Tantra, que pretende ser el camino más rápido para la realización, consiste en la purificación de los vehículos de la mente, es decir, el doble etéreo.
El ser humano está formado básicamente por tres miembros:
1) UN CUERPO FÍSICO.
2) UN DOBLE ETÉRICO, también llamado vehículo de prâna, de energía vital o vientos internos. Este cuerpo une la mente con el cuerpo físico.
3) LA MENTE o las mentes.

CANALES, VIENTOS Y CHAKRAS: El Tantra busca transformar el doble etérico, generar un vehículo purificado que permita manifestar la Mente Pura de un Buda. Por eso utiliza técnicas llamada kriyas que trabajan directamente sobre los distintos miembros del DOBLE ETÉREO. Estos miembros son:
1) CANALES, el cuerpo está lleno de canales que permiten la circulación de la energía vital, pero tres son los principales, el Canal Central y los dos Canales Laterales.
2) VIENTOS, son principalmente de cinco clases relacionados con los cinco elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Sonido (ver EL DOBLE ETÉREO COMO OBJETO DE LA BÚSQUEDA INTERIOR).
3) CHAKRAS, también llamados GOTAS, son concentraciones de energía vital que forman plexos sutiles y se encuentran a lo largo del Canal Central, algunos de estos chakras son puertas de los vientos al Canal Central. 

sábado, 29 de marzo de 2014

EL OBJETO DE LA BÚSQUEDA INTERIOR: EL DOBLE ETÉREO

Uno objeto de búsqueda interior podría ser el doble etéreo, ya que aúna muy bien las prácticas espirituales tanto orientales como occidentales. Encontramos referencias al doble etéreo en el yoga de la India, en la medicina tradicional china, en el Budismo tántrico o Vajrayana, en el movimiento teosófico y rosacruz moderno, pero también en el Cristianismo o en la búsqueda de la Palabra perdida de los Francmasones.
El doble etéreo es el nombre que le dieron los primeros teósofos a la estructura vital en el ser humano que permite la unión de la mente (o el alma) y el cuerpo. También lo llamaron cuerpo etérico o cuerpo vital, pues estaba formado por cuatro éteres o energías vitales. Esto era una adaptación de lo que en la India se llamaba "pranamaya kosha" (la envoltura de prana o energía vital). Lo llamaron "doble" porque era una réplica sutil del cuerpo físico, que además se podía "desdoblar", esto es, el doble etéreo se podía separar del cuerpo físico, quedando este último como inerte. El doble etéreo está formado por una serie de plexos o vórtices de diversas clases de energía (los llamados chakras), de los que parten "canales" en dirección a todas las partes del cuerpo, que forman como un "esqueleto" sutil. Hasta aquí algunas ideas de teósofos y rosacruces modernos.
Pero el doble etéreo o pranamaya kosha es una de las nociones clave del yoga y el tantra. En el Budismo Vajrayana se le conoce como "los vientos internos" sobre los que cabalga la mente. En Oriente se distinguen cuatro clases de vientos internos que realizan distintas funciones vitales y que condicionan la existencia de cinco clases de mente. Estos cinco vientos están relacionados con los cinco elementos: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Sonido. Estos elementos rigen nuestra vida y generan cinco clases de mentes primarias.
1) El elemento Tierra permite la preservación de la especie, nos une con la tierra y rige la estructura ósea y las partes duras del cuerpo, a la vez que genera la mente que nos empuja a la lucha por la subsistencia y a satisfacer nuestras necesidades primarias.
2) El elemento Agua es un viento más sutil, rige la mente emocional más básica, instintos, pasiones, a la vez que regula las funciones reproductora y excretora.
3) El elemento Fuego es el viento interno que rige el calor corporal, permite la acción, la vitalidad y la digestión, a la vez que genera la ira y la mente más egocéntrica. Su ubicación en el cuerpo coincide con el plexo solar, el hígado y la vesícula son sus principales órganos.
4) El elemento Aire es el viento interno que rige nuestra vida de sentimientos, a la vez que regula la respiración.
5) El elemento Sonido se ubica en la laringe, es el viento que nos anima a hablar y a pensar de forma discursiva. Gran parte de nuestro desorden mental se debe a la sobre-excitación de este viento interno y del chakra de la laringe, allí se concentra demasiada energía y nos mantiene estresados, hiper-activos mentalmente, con una gran ansiedad, etc.
Estos vientos se concentran en los chakras o ruedas de energía, pero se propagan por todo el cuerpo a través de una red de canales que parten de los propios chakras. El verdadero yogui trabaja sobre el doble etéreo, por eso el hatha-yoga combina posturas de extensión corporal con diversas formas de respiración y de retención del aire. ¿Qué se logra con estas prácticas yóguicas? Pues, básicamente, tomar conciencia del doble etéreo, conocer y controlar las energías que son el soporte de nuestra mente. Por eso, el yogui controla, pacifica y purifica su mente a partir del trabajo sobre el doble etéreo, y como estas energías rigen las funciones vitales que condicionan nuestra salud, la práctica espiritual sobre el cuerpo etéreo es también muy saludable y vitalizadora.
Todo esto no nos debería sonar tan extraño. En nuestra cultura se conoce este "viento interno" con el nombre de "espíritu", procede de la palabra latina "spiritus", que traduce la palabra griega "pneuma", y que significa "aliento, aire, viento", el origen de los "(p)neumáticos" del coche. Y de este espíritu surge el "logos", la Palabra. ¿Os suena: "En el principio estaba la Palabra..." (Ev. Juan 1: 1)?