EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA

El Círculo de la Sabiduría recoge las conclusiones de mi búsqueda interior y de mi trabajo de meditación. He consagrado mi vida a la búsqueda interior y, en los últimos años, he alcanzado algunos interesantes resultados que me gustaría compartir con el lector. No creo que en una cosa como es la meditación se pueda hablar de rigor científico, pero sí que es legítimo hablar de método, la “investigación interior” se puede hacer de forma más o menos metódica, sin embargo, las conclusiones, al ser completamente subjetivas, no pueden tener mayor rigor que el de la opinión. Juan Almirall

jueves, 17 de diciembre de 2015

EL CÍRCULO DE LA SABIDURÍA, EN VÍDEOS

El Círculo de la Sabiduría es la representación del Diagrama Cosmológico que traza la hoja de ruta del Alma por el Más Allá. A continuación os presento los vídeos de varias conferencias sobre diversos Diagramas Cosmológicos de esta naturaleza: Egipcios, Herméticos, Gnósticos, Maniqueos y Budistas.


EL VIAJE DEL SOL POR LAS ESTANCIAS DEL DUAT, LIBRO EGIPCIO DE LOS MUERTOS

EL VIAJE DEL ALMA POR EL CIELO FILOSÓFICO SEGÚN HERMES TRISMEGISTO


EL DIAGRAMA COSMOLÓGICO SEGÚN LOS GNÓSTICOS VALENTINIANOS Y EL LIBRO DE MAGIA GNÓSTICO: LOS LIBROS SECRETOS DE IAÔ



LOS DIAGRAMAS DE LA LUZ Y LAS TINIEBLAS MANIQUEOS


LOS MANDALAS DEL BARDO SEGÚN LOS CINCO TANTRAS DEL YOGA SUPREMO BUDISTAS TIBETANOS


miércoles, 29 de julio de 2015

EL CUERPO DE LA ILUMINACIÓN (ACERCA DEL DOBLE ETÉREO)

El doble etéreo es el cuerpo de la transfiguración de Cristo, el manto de las Bodas del Apocalipsis, el spiritus o pneuma de los antiguos. Es en realidad el aliento que recorre nuestro cuerpo y lo vitaliza. De antiguo también era conocido en Oriente, hindúes, budistas y taoístas, conocían esta envoltura de viento sutil y le daban diversos nombres: Qi, prâna o vajra. Porque al tratarse del aliento, de un viento, es también vibración y es también Palabra. Es gracias al aliento que el ser humano puede emitir sonidos articulados con fuerza significativa y con capacidad creadora. Pero fue el Tantrismo quien mejor estudió el doble etéreo, los yoguis tántricos y los mahasiddhas (los inmortales chinos) conocían mejor este cuerpo sutil que el cuerpo físico.
Analicemos el doble etéreo, de lo más general a lo más concreto:

1) El doble etéreo o prânamaya kosha, es de una sustancia universal muy sutil, que infunde la vida, porta la mente y la conciencia, y es vibración, sonido. Por eso, la Gnosis en realidad es un conocimiento de la Palabra, de las palabras mágicas, de los sonidos sutiles que animan el cuerpo y que mueven todo el universo. Por tanto, la Palabra es la clave del doble etéreo.

2) El doble etéreo está constituido por diversas corrientes de vientos internos y externos, que permiten la realización de todas las funciones orgánicas. El corazón y la sangre son movidos por un mismo viento, que a la vez es también un viento portador de un tipo de mente o conciencia. El éter o los vientos internos son principalmente de cinco tipos diferentes, organizan las funciones vitales más importantes y generan cinco tipos de mente o estado mental. Por lo general, hay muchos factores internos y externos que condicionan el predominio de uno o varios de estos vientos, definiendo el carácter de una persona y, a menudo, condicionando su salud.

3) Cada uno de estos vientos resuena a un determinado sonido y circulan por una compleja red de canales y plexos que también tienen su propia vibración, y por tanto, responden también a determinados sonidos. Estos cinco vientos se corresponden con los cinco elementos clásicos de la filosofía antigua: (1) un viento de tierra, que sustenta una mente muy básica y permite la solidez del cuerpo; (2) un viento de agua que permite la excreción y la reproducción, sustenta una mente muy relacionada con la sensualidad; (3) un viento de fuego, que permite la digestión y genera la mente colérica; (4) un viento de aire que permite los más variados sentimientos, así como la respiración y los ritmos cardíacos; (5) y, por último, un viento de espacio que permite la palabra y toda la actividad mental vinculada al pensamiento discursivo.

4) Estos cinco vientos sutiles, que no pueden confundirse con el sistema nervioso, también viajan por un número muy grande de canales sutiles y plexos o chakras, de los cuales, los canales más importantes son: (1) el canal central, que coincide con la médula espinal; (2) un canal derecho o solar, que calienta el viento que circula por él y se corresponde con el sistema nervioso simpático; (3) y un canal izquierdo o lunar que enfría y se corresponde con el sistema nervioso parasimpático. Estos dos últimos canales regulan la temperatura corporal, la respiración por los orificios nasales y en general todo el sistema nervioso, pues activan el hemisferio derecho e izquierdo del cerebro. Se pueden identificar fácilmente observando la respiración por los conductos nasales, generalmente, tienen una actividad alterna en determinadas horas del día. Los sonidos espirados y aspirados de la lengua sánscrita permiten la activación de ambos canales, cosa imposible en el resto de lenguas que carecen de la diversidad de sonidos de la lengua sánscrita.

5) Los canales derecho e izquierdo se anudan y estrangulan el canal central en distintos puntos a lo largo de la columna, generando unos nudos que concentran éteres y forman los distintos chakras. De estos chakras parten distinto número de canales de inferior importancia que determinan funciones muy concretas del organismo, generando una red de aproximadamente 72.000 canales por el interior del cuerpo y alrededor suyo, formando una ligera aura alrededor del cuerpo. Cada canal resuena con un sonido propio y tiene una determinada luminosidad. El doble etéreo generalmente no se distingue, la vista no lo puede captar con detalle, pero sí que en una persona viva hay un brillo, una luz, que no se aprecia en un cadáver.

Muchas, muchísimas cosas más se pueden decir sobre el doble etéreo, pero lo que nos interesa es abordar, someramente, el tema relativo al cuerpo de la iluminación. El cuerpo de la iluminación de un Buda está formado por puros sonidos, vibraciones de una gran sutileza, capaces de transportar una mente muy pura, una mente muy vasta, una mente oceánica, que se convierte en el refugio de todos los seres inmaduros mentalmente que buscan protección. El Cristo transformó en tres días su Templo, lo purificó gracias a una ciencia muy antigua, una Gnosis procedente del antiguo Egipto, la ciencia de las Palabras que, como dice Hermes Trismegisto, llevan la fuerza de lo que nombran.

Es gracias al conocimiento de los sonidos de cada viento, de cada canal, que el practicante del Tantra del Yoga Supremo, puede construir un cuerpo de luz, el vehículo de una mente muy pura, muy sutil, que primero, porte la conciencia en los sueños y en el estado intermedio entre la muerte y el nuevo nacimiento, y que más adelante pueda llegar a penetrar en el estado de la mente vegetativa, donde la vibración celular y de los canales es casi imperceptible, y que experimentamos durante el sueño profundo y la disolución total de la conciencia durante la muerte.

El yogui y el verdadero cristiano gnóstico construyen un doble etérico, gracias al uso de fórmulas mágicas, mantras y recitaciones, de un yoga muy sutil y profundo, que no se disolverá durante la muerte y que será capaz de sustentar la conciencia y la memoria durante los estados de sueños y sueño profundo. Este vehículo se moverá con una única conciencia, una única mente con plena memoria y con sus correspondientes vientos. Esto es posible gracias a tres fases:
1) La primera fase a través de un acto mágico y meditativo, en que se construya el cuerpo divino de luz, el manto de oro.
2) Una segunda fase, en que este vehículo es capaz de revelarse en sueños y actuar plenamente consciente durante el sueño, generalmente, toma la forma de una divinidad arquetípica, la pareja celeste, esto se representa por medio del matrimonio místico o alquímico del yogui con su alma divina.
3) El tercer momento, en el momento de la muerte o en el momento del éxtasis sexual, la mente penetra en la dimensión del Intelecto muy sutil, universal y puro, y de allí es capaz de volver plenamente consciente, sin límites, sin condicionantes.

Estos son los tres días de restablecimiento del Templo, de las Bodas de Oro, de la construcción del cuerpo búdico o vajra, el cuerpo de la luz clara, del destello del rayo, del doble etéreo adamantino, el vehículo del diamante, que nada en la naturaleza puede destruir, el cuerpo de la inmortalidad.  

miércoles, 22 de julio de 2015

LA ERA DEL SOL, LA CIENCIA OCULTA, CAP. IV, RUDOLF STEINER

La Era del Sol tiene siete etapas donde actúan de nuevo las nueve Jerarquías, en un nivel superior, pues todos los seres han evolucionado gradualmente en la nueva Era. El elemento solar es el aire (gas), la luz y la vida.
1ª.- En la primera etapa, el ser humano alcanza la conciencia de sueño vegetativo, las Dominaciones instilan un cuerpo etéreo en el ser humano, y comienza la vida (por tanto, la vida se da en un segundo momento, primero había calor y voluntad).
2ª.- En la segunda etapa solar las Virtudes, a través de su cuerpo astral, imprimen movimiento interno en el cuerpo etéreo, como la savia de las plantas pero con una estructura gaseosa.
3ª.- Las Potestades imprimen la forma permanente de los cuerpos gaseosos.
4ª.- Los Principados alcanzaron el nivel superior al humano, la conciencia imaginativa, similar a la experiencia del alma en el tercer cielo. Los Principados reflejan imágenes en la conciencia del ser humano, así como Luz-Amor gracias a la influencia de los Serafines, ambas jerarquías ponen la semilla de la reproducción, en la forma materna. También aparecen las entidades retrasadas de la Era de Saturno, sustancias calóricas incapaces de condensarse en gases, que llevarán a la formación de una segunda entidad planetaria.
5ª.- Los Arcángeles alcanzan el nivel de la actual humanidad, con una conciencia yo, y elaboran los rudimentos de los actuales sentidos, mientras que los Principados y Serafines imprimen el sistema glandular.
6º.- Los Ángeles y los Querubines permiten el desarrollo del sentido del sabor que externamente se experimenta como sonido.
7º.- En la séptima etapa el ser humano alcanza la madurez para poner en acción sus propias energías y se genera el germen del Espíritu de Vida (Buddhi).
Termina la Era del Sol con una noche cósmica donde todo pasa a un nivel de latencia espiritual, hasta el despertar en una nueva Era, la Era de la Luna.

martes, 21 de julio de 2015

LOS SIETE SELLOS PLANETARIOS DE R. STEINER

Sello de la Luna, la acción de los Hijos de la Vida (Ángeles)
Sello de Mercurio, la acción de los Espíritus del Fuego (Arcángeles)

Sello de Venus, la acción de los Espíritus de la Personalidad (Principados)

Sello del Sol, la acción de los Espíritus de la Forma (Potestades)
Sello de Marte, la acción de los Espíritus del Movimiento (Virtudes)
Sello de Júpiter, la acción de los Espíritus de la Sabiduría (Dominaciones)
Sello de Saturno, la acción de los Espíritus de la Voluntad (Tronos)

LA ERA DE SATURNO, LA CIENCIA OCULTA, CAP. IV, RUDOLF STEINER

Saturno es el nombre que recibe la primera fase en el desarrollo del ser humano y del sistema solar, donde tiene lugar dicho desarrollo. En esta fase, por llamarla de alguna manera, no hay tiempo, ni luz, consiste simplemente en una enorme entidad cósmica de calor, sin gases, ni líquidos, ni ninguna otra sustancia. Rodeada de una atmósfera de índole espiritual, desde donde actuaban las entidades que dieron forma a los primeros rudimentos del cuerpo humano. El caos saturnal comenzó a estructurarse gracias a la acción de las Dominaciones (que la tradición los asocia a la Esfera de Júpiter) y a los Tronos (rectores de Saturno) que proyectaban su voluntad sobre el caos. Es una visión muy romántica de la materia saturnal ordenada en primera instancia por una voluntad, reflejada por las altas jerarquías espirituales. Nuestro interés se centrará en el orden de las Jerarquías espirituales y su papel en cada una de las etapas formativas del cosmos y del ser humano.

En primer lugar hay que tener en cuenta los rangos y los nombres:

1er orden, de la sustancia está formado por los Serafines (Espíritus del Amor), los Querubines (Espíritus de las Armonías) y los Tronos (Espíritus de la Voluntad), éstos últimos, la tradición los colocaba en la Esfera de Saturno, los Serafines y Querubines actúan desde fuera del cosmos (Cielo Cristalino y el Empíreo).

2º orden, de la forma, Dominaciones (Espíritus de la Sabiduría) que la tradición los asocia con Júpiter, Virtudes (Espíritus del Movimiento) que los asociaban con Marte, y Potestades (Espíritus de la Forma) solares.

3er orden, de la inteligencia, Principados (Espíritus de la Personalidad) asociados con Venus, Arcángeles (Espíritus del Fuego) asociados con Mercurio y Ángeles (Hijos de la Vida) asociados con la Luna.



Estas nueve Jerarquías también están en proceso de evolución, la décima jerarquía sería el ser humano, obviamente asociado con la Tierra. En la fase de Saturno los Tronos proyectan la voluntad y las Dominaciones ordenan el caos. Las Virtudes reflejan vida anímica sobre los plexos calóricos y las Potestades la fragmentan creando seres individuales de calor, ambos actúan desde el cuerpo astral. Los Principados son la humanidad de Saturno, pues tienen un yo individual, los Arcángeles tienen una conciencia onírica, como la de los animales sobre los que operan los Serafines, y los Ángeles tienen una conciencia de sueño vegetativo inducida por los Querubines.

En esta fase cósmica de Saturno, se forma el fundamento del cuerpo físico humano a partir del calor, así como la semilla de aquello que será la conciencia más elevada del ser humano, Atman o el Espíritu Humano. 

lunes, 13 de julio de 2015

TRABAJANDO CON LAS EMOCIONES, LAMA GENDUN

“Aquellos que practican el Vajrayana, las enseñanzas tántricas secretas, tienen un compromiso sagrado de no rechazar las emociones del apego, la ira, la ignorancia, el orgullo y la envidia o los celos. La razón para que esto sea así tiene que ver con que si las rechazan, nunca tendrán la posibilidad de descubrir su sabiduría intrínseca. Al abandonar los cinco venenos, abandonamos, al mismo tiempo, cualquier posibilidad de realizar las cinco sabidurías, puesto que ellas se encuentran en el mismo lugar de las emociones. Esa es la razón por la cual, cuando nos comprometemos con las prácticas tántricas, debemos trabajar con los diferentes objetos que dan surgimiento a las reacciones emocionales. Los objetos mismos del apego, el odio, etc., se convierten en los medios para la liberación de los conflictos emocionales. En términos prácticos, esto significa que cuando uno de los cinco venenos aparece en la mente, tenemos que mirar directamente su esencia hasta entender que en verdad no tiene una existencia real. Percepción, emoción y sabiduría Las emociones aparecen debido a las condiciones creadas por nuestra mente confusa. Nuestra conciencia fundamental, que en el momento presente se encuentra en un estado de total ignorancia, proyecta a partir de sí la idea de un mundo experimentado por medio de los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y sus relaciones activas con los objetos externos. Debido a nuestros hábitos previos, la mente proyecta imágenes que considera separadas de ella misma. Entonces, éstas se convierten en formas que actúan como objetos para la vista, sonidos para el oído, y así sucesivamente. La presencia de estos objetos aparentemente independientes hace que la mente se perturbe, permitiendo la aparición de las emociones. Por ejemplo, cuando nuestros ojos ven una forma, la cosa no se queda ahí: inmediatamente reaccionamos frente a ella. Cuando la forma nos parece agradable, nos sentimos atraídos. Si la encontramos desagradable o repulsiva, la rechazamos y queremos alejarnos. Lo mismo aplica a toda la información sensorial, es decir, a todo lo que oímos, olemos, probamos o tocamos. Cada vez que los órganos de los sentidos entran en funcionamiento deberíamos mirar directamente la esencia real de lo que está sucediendo. Gradualmente llegaremos a ver que el objeto que estamos percibiendo no es más que la mente trabajando. El objeto es la mente, no se diferencia de ella y, por lo tanto, no hay necesidad de crear ninguna dualidad artificial manteniendo una distinción clara entre sujeto y objeto. Si miramos la esencia de esta carencia de dualidad, la verdadera naturaleza del objeto y de la mente que lo percibe, descubriremos la esencia misma de la mente. Esta percepción de la esencia de la mente tiene lugar cuando todos los pensamientos previos se han detenido y el siguiente pensamiento aún no ha aparecido. La mente se encuentra en el presente espontáneo, su propia realidad. Es la mente la que ve su propia esencia y es a esto a lo que le damos el nombre de sabiduría primordial. Su presencia, entonces, aclara las emociones atómicamente. Es como encender una vela en un cuarto oscuro: tan pronto como la luz se hace presente, la oscuridad desaparece por sí sola. En forma similar, el simple hecho de que la sabiduría esté en la mente hace que las emociones se desvanezcan por completo. Si tenemos éxito en meditar así, en ese mismo instante veremos la sabiduría inherente a cada emoción y, por ende, nos liberamos de su aspecto negativo. Esto es lo que se conoce como la aparición y la liberación simultánea de las emociones.

Cada uno de los cinco venenos se reconoce como una de las cinco sabidurías. Sí, por el contrario, no logramos ver el aspecto de sabiduría del evento que está teniendo lugar en la mente, una vez más quedamos atrapados en la dualidad. Seguimos el pensamiento, nos dejamos influenciar por él y empezamos a reaccionar ante el objeto aceptándolo o rechazándolo, hasta que la mente queda invadida por la confusión y las emociones y terminamos teniendo que experimentar el sufrimiento que sigue. Dice en el texto que si renunciamos a los cinco venenos será imposible encontrar la sabiduría. La actividad de las emociones es la actividad de la mente. Cada emoción que aparece no es más que la mente misma en acción y, por lo tanto, si rechazamos las emociones estamos rechazando, al mismo tiempo, la mente. Sólo a través de su actividad descubrimos la actividad de la sabiduría y, entonces, al rechazar la actividad emocional de la mente, rechazamos la posibilidad de encontrar su actividad de sabiduría. Esto nunca nos llevará a realizar la realidad última de la mente. Abandonar los cinco venenos es un camino menos directo a la iluminación. Sin embargo, ver la verdadera naturaleza de las emociones en la medida en que se presentan no es una tarea fácil. Si solamente nos permitimos mirar las emociones que aparecen en nuestra mente, una detrás de la otra, en la forma usual, no somos diferentes de lo que éramos antes. Nada ha cambiado. Si de verdad gozamos con nuestras emociones, incrementando deliberadamente su fuerza hasta que nos intoxican completamente, nos estaremos comportando como alguien poseído y, en consecuencia, acumularemos el karma de un demonio. También puede suceder que nos convirtamos en ese tipo de personas que cada vez se sienten más orgullosas de su habilidad para lidiar con las emociones. Puesto que su entendimiento no se ha desarrollado plenamente, incrementan el poder de las emociones. Entre más fuertes se vuelven, más grande se hace su orgullo. Y las cosas no paran ahí. Pese a no estar libres de confusiones emocionales, estas personas sostiene que sí lo están y se auto erigen en ejemplos para otros. Motivadas por un gran orgullo, buscan hacer crecer su reputación, que las reconozcan como importantes y famosas por su "adecuado" manejo de las emociones. Cada vez más confusas, acumulan un karma que crece cada instante en negatividad. Un Buda para cada emoción. Si logramos mirar directamente la realidad de cada uno de los cinco venenos, en la medida en que aparecen, reconoceremos que no son otra cosa que las cinco sabidurías. En el veneno de la ira y el odio percibiremos la sabiduría como espejo que corresponde al Buda Akshobya. Mirando directamente la naturaleza del orgullo, encontraremos la sabiduría de la igualdad y al Buda Ratnasambhava. En la naturaleza del deseo descubriremos la sabiduría discriminativa y al Buda Amithaba. Si miramos los celos y la envidia, veremos la sabiduría que todo lo logra y al Buda Amoghasiddhi. Y si miramos la ignorancia, encontraremos la sabiduría del dharmahatu y al Buda Vairocana. Estos Budas también corresponden a las diferentes energías elementales del cuerpo, cada una de las cuales está asociada con una emoción. Ver a través de las emociones produce no sólo la realización de un aspecto de la sabiduría sino que transforma el elemento correspondiente del cuerpo en cada uno de los cinco Budas.

En el Vajrayana no abandonamos las emociones, simplemente miramos su naturaleza o esencia, a partir de lo cual éstas se transforman automáticamente en las cinco sabidurías y, espontáneamente, generamos las mentes de los cinco Budas arquetípicos. Este tipo de práctica la emplean quienes meditan de acuerdo con la tradición del Mahamudra o el Dzogchen. Un remedio para todas las enfermedades. Mirar directamente la esencia o naturaleza de una emoción es un método que puede aplicarse en todos los casos, de la misma manera en que podemos utilizar una sola medicina para curar cien enfermedades. El practicante con grandes habilidades utilizará este método para "inflar" las emociones en el instante en que alguna de ellas aparezca en la mente. Esto equivale a arrojar una diminuta chispa de fuego en un montón de heno seco: inmediatamente se encenderá y será completamente destruido. Aunque la chispa original es pequeña, puede quemar cualquier cantidad de heno. De la misma forma, una pequeña chispa de sabiduría puede quemar toda la confusión de la mente y las emociones asociadas con ella, hasta que lo único que queda en la mente es realidad última. Aquellos practicantes de medianas capacidades deben utilizar este método de la siguiente manera: tan pronto como una emoción aparezca en la mente en el momento de la meditación, deben examinarla directamente, con una mirada desprovista de cualquier revestimiento. La emoción se calmará inmediatamente y perderá poder sobre el practicante. Se dice que este proceso equivale a reconocer la no dualidad del agua y las olas. En la superficie del mar se pueden ver muchas olas de diversos tamaños y formas. Sin embargo, el contenido de las olas es la misma agua del mar. En realidad, no hay distinción entre las olas y el agua. De igual forma, todas las emociones que aparecen en la mente no son otra cosa que la mente misma. Por lo tanto, no hay razón para que debamos rechazar la emoción o para que la consideremos diferente a la mente. El practicante medio podrá entender esto y, al experimentar directamente el hecho de que las emociones son simplemente la mente, éstas se calmarán por su propia cuenta. El practicante de capacidades ordinarias podrá hacerse consciente de la emoción en el momento en que ésta aparece en la mente. No deberá involucrarse en la emoción y dejarse tomar por ella que es lo que usualmente sucede. Es como alguien loco que de pronto recupera el juicio. Libre de su locura, su conciencia ordinaria regresa. En forma similar, tan pronto como esta persona se da cuenta de la presencia de una emoción, aplica la práctica que considere apropiada en ese momento y circunstancias. Ser concientes de la emoción, incluso de manera parcial, aunque no nos libera nos da el punto de arranque para la aplicación posterior de otros enfoques para trabajar con las emociones. Para nosotros es difícil considerar la ignorancia como una emoción, pero si pensamos cuidadosamente, podemos ser influenciados por la ignorancia como por el deseo y la ira. La ignorancia no es algo neutral sin efectos o consecuencias, es un estado definido de la mente que hace que actuamos en una forma determinada. La ignorancia ocurre cuando no somos capaces de ver las cosas como realmente son. Esta incapacidad de reconocer lo que está sucediendo puede ser consciente o inconsciente: unas veces se presenta como inocencia y otras como indiferencia, es decir, no querer ver deliberadamente lo que está pasando. Puede involucrar factores como una confusión general acerca de lo que está ocurriendo o la formación de visiones totalmente erradas. También tiene que ver con el apego. La ignorancia a veces puede ser muy cómoda ("la ignorancia es una bendición", dicen. Si nos miramos de cerca, podemos encontrar estas actitudes en gran cantidad de nuestros comportamientos). Desde el punto de vista budista, la ignorancia nada tiene que ver con la inocencia o la bienaventuranza. Por el contrario, es la causa principal de nuestro sufrimiento y, por ello, es que se incluye de forma explícita entre los cinco venenos.”

martes, 26 de mayo de 2015

INTEGRACIÓN DE LA ENTIDAD HUMANA, CIENCIA OCULTA 2

En el segundo capítulo Steiner explica su propia versión de la entidad humana, agrupando sus miembros en tres, nueve y siete. Lo que no está exento de algunas contradicciones.

1.- Los teósofos distinguían un principio metafísico o último al que llamaban Mónada, que en el plano de la manifestación se expresaba en tres miembros superiores: Atma-Buddhi-Manas, como Espíritu-intuición-intelecto. Estos tres principios superiores en el ser humano corriente se encuentran latentes en Manas inferior-Cuerpo Astral-cuerpo físico (con su doble etérico).

Steiner suprime la Mónada, y se centra en los otros miembros pero los presenta de la siguiente manera:

a) ESPÍRITU: Atma (Espíritu Humano), Buddhi (Espíritu de Vida) y Manas (Yo espiritual).

b) ALMA: Alma consciente, Alma racional y Alma sensible.

c) CUERPO: Cuerpo astral, cuerpo etéreo y cuerpo físico.

Estos nueve miembros tienen relación con las nueve Jerarquías Espirituales, que son los rangos de la Jerarquía Celestial de Dionisio Areopagita, el autor Neoplatónico cristiano. A estas Jerarquías las veremos actuar a lo largo de extensos períodos cósmicos trabajando en la construcción de cada uno de estos miembros.

2.- Los problemas se plantean cuando estos nueve miembros se agrupan en siete: Espíritu Humano - Espíritu de Vida - Yo espiritual (alma consciente) - Alma racional - Cuerpo Astral (Alma sensible), Cuerpo etéreo y Cuerpo físico. Esto supondría que el yo espiritual y el alma consciente serían prácticamente lo mismo, al igual que el alma sensible y el cuerpo astral.

El problema que esto suscita es que no queda muy claro qué es el "yo". Steiner habla de él tras explicar el cuerpo físico, etéreo y astral, como un cuarto miembro que vendría a ser equivalente al alma, y que se desplegaría en los tres miembros anímicos, pero que propiamente se identificaría con el alma racional. En fin, que aquí la ciencia oculta es poco clara.

3.- Los tres miembros superiores Atma-Buddhi-Manas serían el fruto de la acción del yo sobre el cuerpo físico-etéreo-astral, se supone que el yo cuando alcanza su máximo desarrollo anímico, como alma consciente, entonces puede comenzar a dominar "conscientemente" el cuerpo astral y así desarrolla un Yo espiritual, tras lo cual puede comenzar a controlar y operar sobre el cuerpo etéreo para realizar Buddhi, y luego el físico para realizar Atma. Este sería el proceso de iniciación o desarrollo espiritual que propone la Ciencia Oculta.

4.- El desarrollo de los tres miembros del Alma, sensible-racional-consciente puede encontrarse durante el desarrollo de la cultura. En Occidente gracias al Cristianismo habría sido completo. En torno al siglo XIII se habría comenzado a manifestar el alma consciente, con los consiguientes cambios de pensamiento. El alma racional comenzó a manifestarse en torno al siglo VIII a.C., en el entorno cultural greco-latino, y a pesar de que en gran medida algunos aspectos del pensamiento del alma racional todavía permanecen, el moderno individuo, con una fuerte conciencia de individualidad, revela el alma consciente. Esto nos lleva a pensar que las formas de iniciación o realización desarrolladas por el alma racional no se experimentarían de la misma forma por el alma consciente. Y sobre esto llama la atención el yoga o el budismo, dos expresiones claras del alma racional, que sin duda el moderno yogui o budista tiene que revisar a la luz del alma consciente y lo que ello supone.

martes, 19 de mayo de 2015

LECTURAS DE LA CIENCIA OCULTA DE RUDOLF STEINER, CAP. I

Hemos formado un grupo de lectura de la obra central de Rudolf Steiner "La Ciencia Oculta". La selección de este importantísimo libro de la tradición espiritual y esotérica occidental no es arbitraria, ya que, pese a ser un grupo abierto, gran parte de los participantes tienen formación y extenso currículum académicos, y no lo digo por petulancia, sino porque la forma de pensar del Dr. Steiner concuerda bien con el perfil del grupo. Steiner estudió ingeniería, por tanto venía del campo de las ciencias aplicadas y se doctoró en filosofía con una tesis en la que cuestionaba la "Crítica de la Razón Pura" de Kant. Por tanto, tenía una perfecta formación filosófica, y su propuesta intelectual se enmarca en la corriente de pensamiento que presentó una antropología filosófica, a la que él llamó Antroposofía. Si bien se desmarcó de la finalidad última del movimiento científico, esto es, del estudio de la Naturaleza a través de la experiencia sensible, intentó mantener el método científico en el ámbito de su investigación de los suprasensible.

REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA DEL CAP. I: ¿QUÉ ES LA CIENCIA OCULTA?

1.- Una de las primeras cuestiones que no nos quedaba muy clara era la cuestión relativa al "método científico". Más allá de citar dicho método y justificar su uso frente a posibles críticos procedentes del campo de las ciencias y la filosofía, Steiner no parece dar una explicación clara, al menos en este capítulo, del método científico que pretende utilizar a lo largo de su investigación. Hay que decir en su defensa que en el año 1910, fecha de edición del libro, no parece que los posibles métodos científicos estuvieran muy claramente expuestos, y lo que le preocupa más a Steiner es la "actitud" del científico natural, o mejor dicho la "predisposición anímica" al conocimiento del ser humano, que no puede quedar limitada por el objeto.

2.- Por otra parte, la ciencia espiritual no parece preocupada por cuestiones metafísicas sobre los últimos principios, sino más bien una investigación directa sobre los distintos aspectos del ser humano y del mundo que no son perceptibles por los sentidos, como por ejemplo las fuerzas vivas que actúan en los vegetales o el cuerpo de deseos que despierta a los animales o el yo y sus posibles desarrollos.

Steiner le interesa el mundo y, por tanto, no lo considera una ilusión, por lo que negaría la visión oriental del mundo como mâyâ, que en el fondo se trata de un tesis escéptica. La ciencia espiritual exige la consideración del mundo como real, si bien, en gran medida sutil y suprasensible, pues lo que propondrá es un proceso de desarrollo del yo humano sobre la base de la libertad y la responsabilidad que ella comporta, una responsabilidad que es difícil de justificar para aquellos que predican la irrealidad del mundo.

Por tanto, en el fondo, el objeto de investigación de la ciencia espiritual coincide con lo que predicaba el tantrismo indio, sin lanzarse después a proponer una tesis sobre la realidad última del ser y su naturaleza. La ciencia oculta se ocupa de fenómenos suprasensibles y desde esta fenomenología oculta propone los desarrollos del alma y del espíritu humanos basados en un yo que actúa sobre el mundo, con libertad y de forma responsable.

martes, 17 de marzo de 2015

AMOR Y LIBERTAD

Tengo un amigo que siempre me insiste en que lo más importante es el amor. Creo que tiene razón. Pero la cosa no es tan fácil. En primer lugar habría que aclarar qué es el amor. Yo intuitivamente le contesto que para mi, primero es la libertad, ya que sin libertad no puede haber amor. Y la discusión continúa a base de oponer estos y otros tópicos. Pero si lo pensamos detenidamente mi intuición tiene sentido, "sin libertad no hay amor", por tanto, hay que alcanzar primero la libertad, cuanta más libertad tengamos mayor será nuestra capacidad de dar amor. Bueno, dejemos los tópicos a un lado (si eso fuera posible tratándose de estos temas) y vayamos al análisis:

1) ¿Qué podemos entender por "amor"? Lo primero es aclararnos sobre lo qué es el amor. Y aunque vuelva a sonar a tópico mi mejor ejemplo es el Sol. El Sol irradia su luz sobre todas las criaturas, buenas y malas, guapas y feas, ricas y pobres, no selecciona, no juzga, está bien en cualquier momento y situación, siempre da su luz a todos los que la buscan, sin pedir nada a cambio. Por eso el Sol simboliza al Espíritu, al espíritu más excelso que el ser humano puede expresar. El amor es la expresión del Espíritu Humano más elevado, capaz de darlo todo a quien se lo pida, sin filtros mentales, sin condiciones, sin limitación. Brota de nuestra fuente interior, el corazón, un manantial de luz y vida inagotable.

2) ¿Porqué sin libertad no puede haber amor? Muy sencillo, porque si hay condicionantes mentales, del tipo que sean, siempre habrán filtros para el amor. No habrá la posibilidad de dar plenamente y sin restricciones. Sin libertad hay sumisión, dependencia, dominación, instinto de conservación y posesión... las relaciones humanas se asentarán sobre bases falsas, existirán segundas intenciones, no habrá una generosidad plena. Es por ello que hay que alcanzar primero la libertad de todos los condicionamientos mentales. Y los condicionamientos mentales más evidentes tienen la forma de nuestros padres.

3) Nuestros padres y el misterio de la vida. Nuestros padres además de darnos nuestro ser, nada menos, mantienen una relación con nosotros a lo largo de nuestra vida, están muy presentes a lo largo de las duras etapas de formación de nuestra identidad, así que, aunque tal vez no nos den una identidad, contribuyen muy clara y activamente a ello. Nuestra relación paterno-filial pasa por muchas etapas, y creo que así debería ser (cuantas más mejor). Por eso, pienso que es probable que aquellos que abandonan el nido demasiado pronto, y a veces, con un portazo, se llevan consigo un misterio por resolver, que puede ser la causa de grandes condicionamientos mentales. Nuestros padres, en realidad, no son solo el Sr. y la Sra. tal, sino todos los valores que lo masculino encarna en nuestra mente y todo lo femenino que vive en nuestra alma.

4) Sangre y semen. Nuestro padre y nuestra madre psíquicos, aquellos a los que verdaderamente buscamos e intentamos integrar, para que nos den la libertad ansiada, están representados en última instancia por la sangre materna y el semen paterno. Sangre roja y sangre blanca son nuestra madre y nuestro padre. Nacimos de la lubricidad y nos sentimos inclinados hacia ella. La sangre y el semen dominan nuestra existencia y se proyectan en nuestros padres, pero también en nuestras parejas, en las personas que se cruzan en nuestro camino, nuestros compañeros de trabajo, amigos, amantes, etc. Todas nuestras relaciones están condicionadas por lo que este doble misterio proyecta en el mundo. Modela nuestro carácter y genera nuestras motivaciones en la vida. Y, por último, también se proyecta hacia la muerte.

5) Las visiones del Bardo. Dicen que tras la muerte, cuando los diversos aspectos que configuran nuestra compleja naturaleza se van disolviendo por etapas, vivimos un sueño en el que se nos presentan distintos seres excelsos y tenebrosos copulando. Y al final del sueño vemos a nuestros futuros padres copulando y nos enamoramos de uno de ellos. A lo largo de la vida, este padre o esta madre amados, se nos aparecen en los sueños o en la forma pareja, de un jefe del trabajo, por ejemplo, y dirige nuestras vidas; hay quien encuentra un gurú que encarna a su padre, o quien cree en un Dios paternal que le castiga o una dulce Virgen que le protege, en el fondo, proyecciones mentales de ese misterio no resuelto de nuestra vida. Por ello, sin resolver el misterio de nuestro nacimiento, sin descubrir y aceptar a nuestros verdaderos padres psíquicos, no hay posibilidad de ser libres. Y sin libertad no habrá amor, porque siempre estará ese padre severo haciéndonos sentir culpable, o esa madre que nos abandonó a nuestra suerte y que buscamos en las relaciones de pareja, y un largo etc. de situaciones que crean filtros mentales y nos impiden dar amor incondicional.



  

martes, 10 de marzo de 2015

PALABRA Y MENTE

LA PALABRA: El ser humano se diferencia básicamente de los animales porque está capacitado para emitir sonidos articulados con sentido. Todo su organismo está diseñado para albergar el instrumento más fino que existe: las cuerdas vocales. El aire entra y sale atravesando las cuerdas vocales y permitiendo emitir sonidos. Así, levanta su columna vertebral para poder mantener erectas sus cuerdas vocales y proyectar el sonido de forma frontal.

PALABRA Y MENTE: Cada sonido que puede pronunciar, según su punto de articulación genera significados y sentidos en su mente. Por eso este instrumento es lo más perfecto que tiene el ser humano. Su mente, sin embargo, está todavía por pulir y desarrollar. Tenemos un cuerpo, la posibilidad de articular sonidos, esto es la palabra, y una mente bruta, muy próxima a la de los animales, con la diferencia apuntada de comprender y expresar sonidos. El ser humano no tiene una mente tan perfecta como su palabra. Por eso pienso que el ser humano fue diseñado para cantar, pero, ¿cantar qué? Cantar la alabanza de una mente pura y perfecta. En general, este es el concepto de Dios en gran parte de las religiones: una Mente Divina, pura, clara y luminosa, como un cielo despejado iluminado por el Sol. Este es el ideal de mente que intuimos como más perfecta. Una mente clara, luminosa, que ilumina permitiendo el conocimiento, pacífica y estable, etc.

TRANSFORMAR LA MENTE A TRAVÉS DE LA PALABRA: Es cierto, que nuestra mente está unida al cuerpo gracias a un vehículo intermedio: el cuerpo etérico o vital, que no es otra cosa que las corrientes sutiles de calor, que en distintos lugares del cuerpo realizan distintos movimientos. Son los vientos internos de la tradición filosófica oriental, distintos movimientos del calor en el cuerpo, que generan distintas funciones biológicas (como la digestión, la excreción, la distribución de calor por el cuerpo, etc.), pero que a la vez generan distintos estados de ánimo y los pensamientos que ellos producen. Este cuerpo etérico o sistema generado por las corrientes de calor corporal responde a los sonidos articulados de nuestro habla, de hecho es el cuerpo de la palabra, es nuestro aliento (spiritus). El aire que entra y sale con nuestra respiración se transforma en la boca y en la garganta en sonido, y cada parte de este cuerpo etérico responde a un sonido determinado. Por ello, el Tantra pone su atención en el cuerpo etérico e intenta transformarlo a través del mantra. El Tantra es el Camino del Mantra, el Camino de los Sonidos que transforman y transfiguran el cuerpo etérico. Cada viento interno, cada éter, cada canal de calor, responde a una vibración que puede traducirse en sonidos. Estos sonidos tienen por objeto llevar a todo el cuerpo etérico a un estado de calma y control, que permita purificar la mente. Transformando el cuerpo etérico transformamos el cuerpo físico y la mente, este es el objetivo del Tantra, del trabajo con la respiración y el mantra, del trabajo con los canales, chakras y vientos internos.

martes, 17 de febrero de 2015

TRANSFIGURACIÓN

TRANSFIGURACIÓN: La transfiguración es una metamorfosis en la que el cuerpo antiguo se transforma en un cuerpo nuevo de luz, un cuerpo que no se desintegra tras la muerte, tal como sucederá con el cuerpo de cada uno de nosotros.

EL CUERPO DE LA TRANSFIGURACIÓN: Esta metamorfosis no tiene lugar en el cuerpo físico, sino en el cuerpo intermedio, el que une la mente con el cuerpo. El cuerpo físico también experimentará una transformación, pero la metamorfosis tiene lugar en el cuerpo intermedio, el cuerpo etérico o vital, el cuerpo de los canales por los que circulan los vientos internos, que unen la mente con el cuerpo. Este cuerpo está compuesto por cinco vientos o éteres que circulan por miles de canales, pero cuyo centro es el canal central que recorre toda la espalda. Los vientos internos también son conocidos con el nombre de éteres, prana o chi.

EL YOGA DE LA TRANSFIGURACIÓN: La transfiguración tiene lugar cuando los cinco vientos son introducidos en el canal central, por la puerta del chakra del corazón, donde son purificados, y cuando se exhalan de dicho canal, forman una nueva figura, una nueva forma, una forma transfigurada. Para introducir estos cinco vientos en el canal central y purificarlos es preciso conocer unas técnicas muy antiguas de yoga, que implican el uso de unos mantras muy concretos y poderosos, la visualización de los vientos y su entrada en los canales, la visualización de la nueva forma del hombre espiritual, que permitirá el desarrollo de una mente o alma nueva, y unos ejercicios respiratorios, pues dichas técnicas se realizan en largas y profundas retenciones de aire, que es la única manera de abrir las puertas del canal central.

TRANSFIGURACIÓN Y LA MUERTE DE LA PERSONALIDAD: El proceso es semejante a un sueño en el que hay una experiencia muy parecida a la muerte, a la disolución de la conciencia y sus vehículos (los vientos internos). El proceso de introducción de los vientos en el canal central se produce de forma similar a las etapas de disolución de la conciencia en el momento de la muerte. Por ello, meditar en el proceso que se produce durante la muerte es una preparación para la práctica de la transfiguración.

LA DEIDAD RESULTANTE DEL YOGA DE LA TRANSFIGURACIÓN:  Cuando se exhalan los vientos del canal, una vez purificados al final de la práctica, construyen los fundamentos de una nueva mente, una mente muy sutil, por lo que podemos decir que quien surge de esta meditación ya no es la antigua personalidad, sino una nueva forma, una nueva personalidad que tiene la forma de una deidad, de un Buda. Los vientos internos toman la forma de la deidad. Pero, para ello hay que poder visualizar la forma de la nueva deidad muy claramente, por eso es muy importante que muchas personas mediten diariamente en la forma de esta deidad. Este es el objetivo del Tantra.

jueves, 29 de enero de 2015

PSICOLOGÍA DEL BARDO

Una de las grandes aportaciones de Occidente a la cultura universal es sin duda la psicología moderna. Hasta el siglo XIX la preocupación por el alma (psique) era una tarea de los filósofos, que buceaban en su propia experiencia del proceso de conocimiento, de la voluntad, del juicio estético, etc. Sin embargo, a partir de Freud comienza a disciplinarse el estudio de la psique humana, de los sueños y del subconsciente, y cómo todo ello afecta a nuestra conciencia de vigilia. Carl Gustav Jung descubrió que en la psique profunda se agitaban formas universales de un inconsciente colectivo, que se pueden reconocer con cierta facilidad en las religiones de diversas culturas.

Esto nos permite una mirada totalmente desapasionada del mito, las leyendas, los rituales y los demás componentes religiosos y misteriosos, desprovista del componente visceral de la fe. En algún otro post comentamos como la mirada científica - que es una pregunta por el porqué de las cosas, no es otra cosa que una actitud del alma o de la mente, y como dicha actitud es perfectamente aplicable a los fenómenos no perceptibles por los sentidos. De hecho, C.G. Jung es exactamente lo que hizo cuando buscaba las trazas de sus arquetipos del inconsciente colectivo en todo tipo de mitos, leyendas y tradiciones religiosas tanto de Occidente como de Oriente, a la vez que constataba sus descubrimientos en su práctica clínica. Si bien, en tiempos de Jung, Oriente no había volcado toda la información de la que hoy tenemos relativamente fácil acceso.

Una de las cosas donde me parece más importante este estudio desapasionado y metódico es en lo que cada vez se va conociendo mejor del Budismo Tibetano, sus conocimientos y estudios sobre la mente, y sobre todo el sentido de sus meditaciones más profundas que permiten a los lamas viajar a través de los distintos estados mentales, ya sean sueños e incluso las etapas de disolución de la conciencia durante la muerte, lo que se conoce con el nombre de "bardo".

Considero del todo necesario una aproximación con la misma actitud del alma que la de un científico que estudia las partículas subatómicas, abordar la cuestión del "bardo" sus distintas etapas, las distintas experiencias de la psique en el proceso de disolución de la conciencia, tan detalladamente explicados en los textos budistas, así como toda la tecnología - en la forma de los distintos yogas - y distintas meditaciones con las que intentan reproducir dichos procesos anímicos. Psicología y yoga (profundo, no el del gimnasio) tienen mucho que caminar juntos, para desvelar todavía muchos misterios de la mente y de la vida humana. Pero sobre todo, las enseñanzas y prácticas relacionadas con el bardo, el estado intermedio, deberían abordarse desde la perspectiva de la psicología y la filosofía de la conciencia occidentales, lo que sin duda abriría nuevos caminos hacia la felicidad y eliminaría muchos fantasmas que nos surgen sobre una cuestión a la que deliberadamente nuestra cultura da la espalda, y nos coloca absolutamente ciegos e ignorantes ante el misterio más importante de la vida: la muerte.

viernes, 23 de enero de 2015

LAS ETAPAS DEL CAMINO DEL BODHISATTVA

El Gran Vehículo o Mahayana plantea un camino que comienza con el voto del Bodhisattva, el voto de la generosidad, lo que significa que quienes siguen la senda de los Bodhisattvas que conduce a la iluminación, lo harán en la medida que sean capaces de despertar y guiar a los demás a esa iluminación a la que ellos aspiran. Este camino tiene diez etapas que se concretan en diez perfecciones: 

   1.    dana paramita: generosidad, darlo todo por los demás, esta es la Gnosis del Buda Ratnasambhava, la Sabiduría de identidad.
2.   shila paramita : la sabiduría de los preceptos y la virtud moral.
3.   kshanti paramita : paciencia, tolerancia, es la Gnosis del Buda Akshobhya, la Sabiduría como un espejo.
4.   virya paramita : esfuerzo, vigor, es la Gnosis del Buda Amoghasiddhi, la Sabiduría del logro.
5.    dhyana paramita : concentración, contemplación, es la Gnosis del Buda Amithaba, la Sabiduría que discrimina.
6.   prajña paramita : la Sabiduría del Buda Vairochana de la comprensión de la Vacuidad del Dharmadathu (la Totalidad donde surgen todos los fenómenos).
7.   upaya paramita: medios hábiles.
8.   pranidhana paramita: promesa y voto.
9.   bala paramita: poder espiritual.
10. jñana paramita: la Gnosis de la no-dualidad.  

Las perfecciones se corresponden con diez tierras (bhumis) por los que el Bodhisattva asciende hacia la Iluminación:
  
1.    Tierra de la alegría (paramudita bhumi), de la felicidad del inicio del camino, la respuesta a la generosidad.
2.   Tierra de la pureza (vimala bhumi), permite la liberación de todas las aflicciones.
3.   Tierra de la irradiación (prabhakari bhumi), la paciencia permite irradiar una nueva luz en la vida.
4.   Tierra en llamas (archishmati bhumi), es la fuerza radiante de una mente ilimitada.
5.    Tierra difícil de alcanzar (sudurjaya bhumi), gracias a la meditación se elimina la ignorancia.
6.   Tierra enfrente de la iluminación (abhimukhi bhumi) donde se manifiesta la Sabiduría perfecta.
7.   Tierra lejana (duramgama bhumi), el Bodhisattva puede guiar a cada ser según las posibilidades que a éste le son propias.
8.   Tierra inamovible (achala bhumi), el Bodhisattva tiene el poder de transferir sus méritos a otros seres.
9.   Tierra de la inteligencia devota (sadhumati bhumi), en el que el Bodhisattva conoce y expone el Dharma libremente, pues nada se le oculta.

10. Tierra de la nube del Dharma (dharmamegha bhumi), goza de todos los conocimientos, se sienta en un loto, rodeado de innumerables bodhisattvas en el cielo Tushita, es la tierra de los grandes bodhisattvas.